De acuerdo a un reciente estudio del Observatorio de Salud Mental de Chile, un 50% de las mujeres sufre síntomas de incertidumbre, ansiedad generalizada e insomnio, en el marco de la actual pandemia. Tras el sondeo a un universo de 875 personas, de distinto género y edades, la investigación arrojó, además, que un 30% de las encuestadas evidencia señales de depresión, entre otros problemas emocionales.
Danae Cerda, directora del Observatorio de Salud Mental Chile, señaló que este fenómeno explica el aumento que se ha registrado de consultas de atención psicológica y de venta de antidepresivos y ansiolíticos.
“Esta realidad que ya veníamos analizando desde el estallido social, se masificó con la actual crisis sanitaria. Nuestros psicólogos, por ejemplo, han visto incrementado el número de pacientes que atienden diariamente vía Zoom, Whatsapp o telefónica, dada la creciente necesidad de terapias”, afirmó.
El estudio reveló que los hombres también lo están pasando mal: un 60% tiene síntomas de ansiedad al comer, mareos y dolencias estomacales, y un 20%, ansiedad generalizada, incertidumbre e insomnio. La especialista explicó que, a diferencia de las mujeres, los hombres no verbalizan tanto sus problemas ni gestionan bien sus emociones, por lo que tienden a somatizar físicamente.
Otro dato interesante del sondeo es la percepción negativa de las personas respecto de cómo será la salud mental en Chile luego de la pandemia. “Un 90% de las mujeres y un 80% de los hombres, indicaron que los problemas serán mayores y que no habrá apoyo para que las y los afectados sigan un tratamiento”, declaró Danae Cerda.
Añadió que, justamente, apuntando a que la mayor parte de quienes necesitan terapia psicológica puedan acceder a ella, el Observatorio de Salud Mental Chile cuenta con una completa red de psicólogos (as) especializados en distintos grupos etarios y que, mediante diversos enfoques de terapia, brindan una atención profesional, cercana, empática y ajustada al presupuesto de los pacientes.
A ello se suman otros servicios, tales como programas de acompañamiento para organizaciones y comunidades educativas, y coaching para particulares y empresas. Todo ello con un gran objetivo: prevenir, mitigar y evaluar los riesgos sicosociales de las personas, de manera de ayudarlas a ser más felices.