Sin duda alguna, las imágenes que el sistema frontal y el desborde del río Niblinto, dejaron en la comuna de Coihueco, con casas nuevamente inundadas y algunas arrastradas por la corriente, serán muy difíciles de olvidar.
Mientras los vecinos que se habían visto afectados severamente y por segunda vez en este mismo invierno, miraban impotentes y ofuscados cómo el agua dejaba sus hogares inutilizables, algunas críticas apuntaban a, lo que a su juicio, era en parte negligencia del Gobierno.
“Esto era totalmente evitable”, comentaba Viviana Ortíz, una de las afectadas. “Si el Gobierno hubiese enrocado el río, esto no estaría pasando. Tuvieron dos meses para hacerlo”, añadió.
Sin embargo, desde la Seremi de Obras Públicas de Ñuble explicaron que, en efecto, desde julio que ya se había licitado las obras para la creación de defensas fluviales en los 22 puntos más críticos de la región, pero que hasta el momento se ha podido concretar un 20% de las obras, precisamente porque en condiciones así de lluviosas y con los terrenos fangosos es imposible trasladar las maquinarias necesarias para realizar ese tipo de tareas.
“Entendemos la angustia de las personas al ver sus casas inundadas o en algunos lamentables casos, destruidas por los torrentes de los ríos, pero enfocaremos nuestros mayores esfuerzos y recursos para dar soluciones definitivas y no parciales que vuelvan a repetir estos hechos”, comentó Paulo de la Fuente, seremi de Obras Públicas de Ñuble.
De todas formas, el seremi explicó que en las primeras seis semanas de iniciadas las tareas, los primeros esfuerzos se concentraron en obras provisionales o de recuperación temprana, a pesar de estar conscientes que los informes climáticos ya anticipaban que habría nuevos ríos atmosféricos este invierno.
“Si bien tuvimos afectaciones, esto fue producto que los caudales de los ríos fueron mucho más fuertes y mayores que los caudales que hubo en el mes de junio, pero hay que enfatizar que sin estas obras de mitigación, que hasta antes de este evento climático llevaban solo un 20 por ciento de avance, los daños serían aún más extensos. Ahora volveremos a reconstruir o habilitar las obras apenas bajen los caudales”.
De la Fuente añadió que “como la vez pasada, las primeras horas se hace habilitación de emergencia, luego en un plazo de hasta dos meses haremos una recuperación temprana”, precisando además, que “las soluciones definitivas debemos estudiarlas y nos tomará entre seis meses y un año, concretar la obra”.
22 tramos a intervenir
Con respecto a las defensas fluviales, protección de riberas con gaviones y obras de enrocado, se intervendrá un total de 22 puntos en la región.
De ellos 10 trabajos se realizarán en la provincia de Diguillín, ocho en la provincia de Punilla y cuatro en la provincia de Itata.
De la Fuente destacó que tanto Vialidad, como la DOH, la DGA, Planeamiento y Obras Portuarias, “han trabajado sin descanso para recuperar y mejorar las condiciones de la infraestructura de la región, impactando directamente en la calidad de vida de nuestras comunidades”.
Uno de los primeros tramos en ser intervenidos como obras de emergencia fue el río Chillán, entre los kilómetros 7 y 10 camino a Pinto, lo que permitió reencauzar el río y proteger la ribera sur, que se había visto desbordada tras el primer temporal del mes de junio.
Lo anterior se logró realizar en las semanas en las que no se registraron mayores precipitaciones en la zona, por lo que se pudo operar con los cerca de 40 bulldozers que fueron utilizados para esas faenas.
Por otro lado, el seremi destacó que ya se ha podido ver un mayor avance en las riberas del río Chillán, lo que significó una inversión cercana a los $200 millones.
“Pero hay que distinguir, que son obras de emergencia para dar seguridad y protección, a fin de evitar algún tipo de daño que se pueda producir durante este invierno, obras que vamos a también a desarrollar en otras comunas de nuestra región”, acotó.
A lo anterior se debe añadir otros $42 millones que se destinaron por parte del MOP para la construcción de un muro de contención, en el sector de Perales, en la provincia del Itata, y que fue escenarios de violentas marejadas durante las semanas de junio pasado.