El pasado 4 de junio se realizó la firma del contrato de licencia entre la Universidad de Concepción y la start-up Trion Soluciones de Ingeniería SpA, que será la encargada de la validación y comercialización de una nueva tecnología dirigida al sector agrícola. Se trata de un dispositivo portátil, capaz de identificar la calidad de frutas del tipo bayas, especialmente firmeza de arándanos, creado en la Facultad de Ingeniería Agrícola (fiaUdeC).
La tecnología nació en el equipo del Laboratorio de Robótica de campo, liderado por el Dr. Christian Correa Farías, especialista en robótica y automatización para la agricultura, quien junto a sus estudiantes inició las primeras pruebas de la innovación. “Agricultores locales y empresas productoras y exportadoras nos plantearon que necesitaban instrumentos portátiles para determinar la calidad de la fruta en terreno, a bajo costo, para medir firmeza y daño interno”, indica el académico. Esto, porque una dificultad presente en el mundo agrícola es determinar los efectos de heladas, golpes u otros eventos. “Ese daño no se puede detectar a simple vista”, explica Correa. “Tomamos esos requerimientos, que se repetían cada vez que teníamos una visita con empresas y empezamos con algunos ensayos durante dos temporadas, lo que nos permitió tener un prototipo más robusto, que postulamos al Concurso de Patentamiento de la Universidad”, cuenta el académico.
Licenciamiento
En 2016 se solicitó una patente para la nueva tecnología, la que fue concedida en 2018, y como pasa muchas veces, alcanzado ese hito se pensó que llegaba el final de la historia. Sin embargo, la curiosidad de Muriel Sandoval Latif, gestora tecnológica de la Oficina de Transferencia y Licenciamiento (OTL UdeC), dio una nueva vida al proyecto. “El año pasado comencé a hacer el levantamiento de información de las tecnologías nacidas en el Campus Chillán de la Universidad. Entonces, encontré esta patente y me llamó la atención. Le pregunté al profesor Correa si había empresas interesadas, y me dijo que sí, que habían preguntado por la tecnología, pero a nivel usuario”. Sandoval vio entonces un mercado potencial de la innovación, pues para los productores de berries es clave garantizar la calidad de sus frutos. Pero para llegar a los agricultores faltaba un eslabón en la cadena. ¿Existiría alguna empresa que pudiera encargarse de la fabricación, validación y comercialización de los dispositivos?
No tuvo que mirar tan lejos para encontrar la respuesta. Tres ex alumnos del profesor Correa -Alan Vera Muñoz, Fernando Bolaño Pacheco y Pablo Velásquez Cisterna- habían formado en 2018 una empresa, Trion Soluciones de Ingeniería SpA, una start-up que basada en la investigación, ofrece soluciones a necesidades de la agricultura. La gestora se les acercó: “Conocían el inicio del proyecto, habían trabajado con el profesor Correa. De alguna manera, este dispositivo era también de ellos. Pero al principio tenían muchas dudas, porque son una empresa que está comenzando. Les pregunté si les parecía atractiva la idea de licenciar la tecnología para que fueran los encargados de comercializarla y me dijeron que sí, pero pensaban que el trámite sería engorroso, que la Universidad les exigiría muchos compromisos, o que deberían invertir mucho dinero. Tenían un poco de susto, así es que tuve que entusiasmarlos”, cuenta.
“Súmate a innovar”
Con el apoyo del equipo OTL UdeC, se iniciaron las negociaciones para generar el acuerdo de licencia, que permitiría transferir la tecnología a la novel empresa. “La presencia sistemática de gestores tecnológicos de la OTL en el campus Chillán durante el año 2019 dio sus frutos, levantándose, entre otros, numerosos resultados de investigación con aplicación en el sector agrícola. Esta propuesta de licenciamiento fue presentada y aprobada por el Comité de Propiedad Intelectual de la Universidad en diciembre de 2019. Finalmente, se ha logrado cumplir este primer hito que, al igual que en una posta, implica entregar el testimonio a Trion para que continúe con el trabajo que resta para llegar a la comercialización del producto”, relata Sandra Araya Tapia, directora ejecutiva de OTL UdeC.
Al mismo tiempo, Muriel Sandoval propuso a Alan Vera, representante de Trion SpA, postular juntos al concurso Súmate a Innovar. “Ellos cumplen con el perfil de esta línea de financiamiento de Corfo, son una empresa emergente, que no tenía proyectos, y los montos exigidos como contraparte eran accesibles para ellos. Así es que postulamos a la convocatoria en diciembre”. En marzo de 2020, el proyecto “Desarrollo y validación de un dispositivo portátil para determinar calidad de fruta” se adjudicó los fondos solicitados, que permitirán rediseñar el sistema electrónico del dispositivo, con el fin de aumentar la autonomía y evitar la influencia de variables como temperatura o el movimiento del equipo al realizar mediciones. Se espera, además, implementar algoritmos de filtrado para lecturas de medición de fuerza, un software para gestionar la información recolectada y diseñar un encapsulado que facilite su uso en terrenos con altas temperaturas. Tras estas mejoras, se espera validar el funcionamiento del dispositivo en huertos de arándanos.
Sobre las proyecciones de la tecnología, Vera explica que “éste es un proceso largo, es un camino muy difícil. Es bonito crear algo nuevo, pero no basta con tener una buena idea, porque tienes que evaluar si será bien recibida, si le servirá a la gente del agro. Este sector es muy tradicional, ya tiene sus herramientas, por lo que es muy importante mostrarles algo que no sea solo una idea. En ese sentido, el apoyo del Súmate a Innovar nos permite decirles mira, en 10 meses tendré un equipo que mejora este proceso, ¿te interesa probarlo? Así pueden conocer sus ventajas, los beneficios que podrían obtener, la versatilidad que ofrece”.
Aunque pensado originalmente para medir la firmeza de los arándanos, es posible adaptar el dispositivo a otras frutas, como uvas o cerezas. Para el sector frutícola, es clave mantener parámetros de calidad como apariencia, color sabor y firmeza de las frutas desde su cosecha hasta su consumo, siendo una variable crítica la determinación del momento en que los frutos están listos para ser recogidos. Hoy, la mano experta del agricultor es la herramienta más utilizada para identificar, de forma subjetiva, si ya es tiempo de cosechar. La alternativa tecnológica actual es llevar muestras al laboratorio, donde para conocer su estructura interna es preciso cortar la fruta en trozos delgados y someterla a una resonancia magnética, procedimiento que encarece los costos de producción. Gracias a esta licencia, la tecnología UdeC podría llegar a los productores facilitando la toma de decisiones en terreno de forma rápida y precisa, sin necesidad de apretar o destruir la fruta, evitando pérdidas por pudrición, deshidratación, acción de hongos o rechazo por apariencia blanda. Se trata de una tecnología de gran impacto, que podría beneficiar al sector exportador nacional e internacional.
“Trabajar con la OTL UdeC es la continuación natural de lo que nosotros hacemos. Probablemente, como académicos o investigadores, tenemos la capacidad de desarrollar tecnologías, pero promover su explotación comercial es algo que no visualizamos. Esto nos permite tener el impacto que buscábamos, es decir, generar una innovación, protegerla, y que alcance el sector productivo real, beneficiando a los agricultores, que es nuestra principal motivación”, puntualizó el profesor Correa.