La Universidad del Bío-Bío inició el ciclo “Diálogos para una nueva Constitución”, actividad abierta a la comunidad que se desarrollará todos los miércoles de marzo y abril, desde las 18.00 horas, en el Aula Magna del Campus Fernando May.
El abogado y docente de Derecho Político y Derecho Constitucional, Carlos Astorga Bernales, aborda diversos temas que aportan información relevante y propician la reflexión en torno al proceso de cambio de la Constitución en Chile.
La iniciativa es impulsada por la Facultad de Ciencias, la Facultad de Educación y Humanidades, la Dirección General de Comunicación Estratégica, la Dirección de Desarrollo Estudiantil, la Unidad de Formación Integral y la Unidad de Gestión Curricular y Monitoreo.
El prorrector de la Universidad del Bío-Bío, Fernando Toledo Montiel, expresó que la Universidad debe necesariamente “contribuir a la formación de ciudadanos con espíritu crítico, reflexivo y tolerante, así como a la movilidad e integración social y al desarrollo sostenible. El Plan General de Desarrollo Universitario, que regirá nuestro quehacer durante el periodo 2020-2029, nos insta a centrar los esfuerzos en avanzar hacia una universidad más compleja y más vinculada con su entorno a través de sus lineamientos estratégicos, de manera que actividades como las que iniciamos, tributan directamente a ello”.
El decano de la Facultad de Ciencias, Juan Carlos Marín Contreras, explicó que los diálogos buscan ampliar la discusión con la ciudadanía en general y con los propios estudiantes e integrantes de la comunidad UBB. “Queremos profundizar en los temas y así instruirnos lo mejor posible. Probablemente, algunos de los presentes lleguen a formar parte de la Constituyente y debemos estar informados porque se juegan muchas cosas con una nueva Constitución. Agradecemos a quienes están con nosotros, a los estudiantes que se interesaron, al público de fuera de la Universidad y a quienes se incorporan a través de streaming”, precisó.
El abogado Carlos Astorga Bernales destacó la excepcionalidad del momento que vive el país, puesto que nunca antes se ha contado con una Constitución que sea fruto de la expresión de la voluntad del “pueblo”, concepto técnico de la ciencia política empleado incluso desde antes que Rousseau (s. XVIII).
“Las constituciones que hemos tenido en Chile han sido construidas por comisiones designadas. Desde el punto de vista del Derecho, una Constitución es una norma jurídica, pero desde otra perspectiva también es la expresión de los consensos sociales de una población, en una época determinada, respecto de los asuntos que les son comunes. Cabe la pregunta de si las sucesivas constituciones que ha tenido Chile han sido alguna vez la expresión de algún consenso. Me atrevo a afirmar que han sido la expresión de la imposición de un sector al resto de la población”, reflexionó.