Ñuble es un destino turístico que tiene a la naturaleza como su recurso primario. Ríos, mar, montañas, valles y belleza, mucha belleza natural, constituyen la razón principal por la que nos visitan. Pero este patrimonio que nos hace únicos no es infinito y se debe cuidar.
Teniendo siempre esto en mente, y preguntándonos qué tipo de turismo queremos para Ñuble, hay bastante consenso en que la sostenibilidad debe ser la consigna y, guiados por ella, desarrollar una estrategia que la ponga en el centro del desempeño del sector.
Lo primero es comprender que este tema dejó de ser responsabilidad de unos pocos actores u organizaciones con un sentido de compromiso con las futuras generaciones, y pasó a ser una responsabilidad que deben compartir todas las entidades públicas y privadas, los turistas, las comunidades y la ciudadanía en general. La sostenibilidad pasó a ser un factor determinante y esencial de la competitividad y desarrollo de los destinos turísticos.
Para lograrlo, se necesita una estrategia para buscar una transformación de los territorios, de los negocios turísticos, de las comunidades visitadas y de las prácticas de quienes las visitan. Además, esta política debe tener como finalidad proteger el capital natural como uno de nuestros principales activos, no solo por los próximos 10 años, sino por los siguientes 50 o 100 años.
En esa planeación deberían incluirse temas como el cambio climático, el uso eficiente de la energía, la administración del recurso hídrico, la disposición de residuos sólidos y líquidos y, por supuesto, la protección de nuestra biodiversidad y ecosistemas.
Asimismo, es necesario el fortalecimiento de la calidad turística, la formalización de los prestadores de servicios turísticos y, por supuesto, la reactivación del sector que tanto ha sufrido en la coyuntura ocasionada por la pandemia, pues todo lo dicho anteriormente solo serán buenas intenciones, de no existir una respuesta por parte de las autoridades.
Desde los gremios del sector han advertido que créditos y subsidios con una focalización tan estricta como los ofrecidos en febrero son insuficientes para enfrentar la magnitud de la crisis, e hicieron un llamado al Gobierno a implementar otras medidas, como la postergación del pago de patentes y contribuciones, una demanda que hasta ahora no ha tenido acogida, pero que es fundamental evaluar, porque muchas empresas no tienen ingresos y le deben seguir pagando al Estado esos compromisos.
La salud, sin duda, es lo primero, pero ante la profundidad de la crisis en el sector turismo, las medidas que reclaman los empresarios deben ser atendidas e implementadas rápidamente. Se trata de una actividad relevante de nuestra economía y el costo social de su quebranto puede terminar siendo una herida mortal.