Trump victorioso por informe de Mueller, que no halla pruebas de colusión con Rusia
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El presidente estadounidense, Donald Trump, consideró este domingo haber recibido una “exoneración total”, luego de que la investigación del fiscal especial Robert Mueller destacara la ausencia de elementos probatorios de colusión entre su equipo de campaña y Moscú durante las elecciones de 2016.
Estas conclusiones, divulgadas por el fiscal general Bill Barr, constituyen una victoria para el presidente, que repetía desde hacía meses que no había existido “colusión” alguna con Rusia, y le aclaran el horizonte para buscar la reelección en 2020.
“No (hubo) colusión, ni obstrucción, EXONERACIÓN total”, tuiteó el presidente, que desde hace meses denunciaba una “caza de brujas” orquestada por los demócratas.
“Es una vergüenza que nuestro país haya tenido que pasar por esto. Para ser honesto, es una vergüenza que su presidente haya tenido que pasar por todo esto”, reaccionó ante periodistas en Florida, antes de abordar su avión para volver a la Casa Blanca. “Fue un intento ilegal de derrocamiento que falló”, agregó.
“Las investigaciones del fiscal especial no determinaron que el equipo de campaña de Trump o quien sea asociado a él se haya coludido o coordinado con Rusia en sus esfuerzos para influenciar la elección presidencial estadounidense de 2016”, señaló Barr en una comunicación de cuatro páginas.
En otro de los temas centrales de la investigación, sobre si hubo obstrucción a la justicia de parte de Trump, Mueller no llegó a una conclusión definitiva.
“Este informe no concluye que el presidente haya cometido un crimen, pero tampoco lo exonera”, dijo Barr sobre este aspecto, citando el documento de Mueller.
Pero Barr, primer destinatario de este tan esperado documento, destacó que el informe, que examinó desde el viernes, no hace mención a delito alguno susceptible de conducir, según su punto de vista, a procedimientos judiciales sobre la base de una obstrucción a la justicia.
675 días de investigación
El discreto y metódico Mueller entregó el viernes sus conclusiones tras una investigación de 675 días que ha tenido en suspenso a Estados Unidos, un caso que algunos no han dudado en comparar con el de Watergate, que llevó a Richard Nixon a la renuncia en agosto de 1974.
El exdirector del FBI asistió en la mañana del domingo a la iglesia episcopal Saint Johns, justo frente a la Casa Blanca. Sonrió brevemente a los fotógrafos y se retiró sin pronunciar palabra.
Como para preparar el terreno a la ausencia de revelaciones, algunos legisladores demócratas se empeñaron el domingo en subrayar los límites de la investigación.
“El fiscal especial investigaba en un marco restringido. (…) Lo que debe hacer el Congreso es tener una visión de conjunto”, dijo en CNN Jerry Nadler, presidente demócrata de la Comisión de asuntos judiciales de la cámara baja, donde la oposición es ahora mayoritaria.
Algunos aliados de Trump clamaban a su vez victoria incluso antes de la difusión del informe, estimando que el hecho de que Mueller no hubiera recomendado nuevas inculpaciones al término de sus investigaciones probaba que no había existido “colusión” con Moscú.
De hecho, este cargo no fue finalmente levantado contra ninguna de las 34 personas incriminadas en el caso, entre ellas seis cercanos colaboradores de Trump.
La investigación llevó al desprestigio del exjefe de campaña del presidente Paul Manafort y de su exabogado personal Michael Cohen, condenados a penas de cárcel por malversaciones y declaraciones mentirosas.
“Hasta ahora, el informe Mueller era la referencia absoluta. Iba a ser la salvación de los demócratas y la destrucción del presidente Trump”, ironizó el senador republicano por Texas Ted Cruz, que desde hace algunos meses se convirtió en un férreo defensor del mandatario.
“Hoy ya se ve a los demócratas cambiar de discurso y decir que ‘hay que hacer nuevas investigaciones'”, dijo en CNN. “Las pruebas no les interesan. Lo que dicen es que van a destituir al presidente porque es Donald Trump…”.
Para Pette Buttigiegg, joven alcalde de la ciudad de South Bend (Indiana) y precandidato demócrata a la presidencia, el tan discutido documento es importante pero su campo no debe perder de vista la cita electoral de noviembre de 2020.
“Para mí, la manera más clara de poner fin al trumpismo es ganarle de manera decisiva en las urnas”, explicó.