El presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump, rechazó este martes la ley de alivio económico por 900.000 millones de dólares aprobada por el Congreso para atender la crisis desatada por la pandemia, afirmando que la legislación es una “vergüenza” y exigiendo “enmiendas”.
“Realmente es una desgracia”, indicó Trump en un video publicado en su cuenta de Twitter, en el cual criticó que se ayude a familias en las que hay indocumentados, que se incluya un presupuesto para museos y también que haya provisiones para ayuda a otros países y pidió que se incremente la ayuda para las personas más necesitadas estipulada en 600 dólares.
Sobre esto último, Trump pidió que el monto de la ayuda se incremente a 2.000 dólares o 4.000 para un pareja.
El plan de alivio, considerado esencial para la mayor potencia mundial, fue aprobado tras meses de arduas negociaciones y a pocos días de que muchos desempleados agoten todas sus prestaciones, en un momento en el que el covid-19 avanza sin control amenazando la recuperación de la economía. Pero no puede entrar en vigor sin la firma del presidente.
Y en su video Trump da a entender que no está dispuesto a rubricarlo sin los cambios mencionados.
El mandatario republicano de hecho está pidiendo que se le envíe un proyecto de ley enmendado “adecuado”, de lo contrario, advirtió que podría depender de “la próxima administración” demócrata comandada por Joe Biden, que asume el próximo 20 de enero, adoptar un plan de estímulo.
Poco que ver con covid-19
“Le voy a pedir al Congreso que se deshaga inmediatamente de los ítems innecesarios y del despilfarro de esta legislación”, indicó el mandatario, aun cuando la Casa Blanca ha estado involucrada en las negociaciones sobre el texto a través del secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.
El proyecto forma parte de un paquete más amplio que incluye los presupuestos para el próximo año, por lo que contempla partidas para la cultura o la ayuda exterior.
“Se llama ley de ayudas por el covid pero no tiene casi nada que ver con el covid”, añadió el mandatario, citando la iniciativa negociada como un revoltijo de cuestiones como las ayudas contenidas en el texto para Camboya o Birmania y la financiación destinada al Ejército egipcio cuando este último -según dijo- “va a comprar casi exclusivamente equipamiento militar ruso”.
También lamenta que el texto proporcione millones de dólares para promover “programas de democracia y género” en Pakistán, o para instituciones culturales en Estados Unidos.
La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata, Nancy Pelosi reaccionó en Twitter: “Los republicanos se negaron repetidamente a decir qué monto quería el presidente para los cheques directos. Finalmente, el presidente está de acuerdo con 2.000 dólares, los demócratas estamos listos para llevar esto a la mesa esta semana y aprobarlo por consenso. ¡Vamos a hacerlo!”.
Y el senador republicano Lindsey Graham dijo de su lado que si bien el plan de ayuda es “imperfecto”, es necesario que entre en vigor. “Cuanto antes, mejor”, escribió en Twitter.
Trabajo conjunto
Demócratas y republicanos habían llegado a un acuerdo de principio sobre medidas que incluyen, en particular, cheques a las familias más vulnerables, ayudas a pequeñas empresas y escuelas, prestaciones adicionales por desempleo de 300 dólares por semana, así como sobre la distribución equitativa de vacunas contra el covid-19.
La economía más grande del mundo entró en una profunda recesión en la primavera boreal, la peor desde la de la década de 1930, debido al cierre de actividades resuelto en diversos ámbitos para contener el nuevo coronavirus, algo que provocó un desempleo masivo.
La pandemia ha tenido nuevos picos en los últimos meses, lo que frenó la creación de empleo y la reanudación de la actividad iniciada en el verano.
El primer plan de asistencia oficial, por el enorme monto de 2,2 billones de dólares, había sido votado con urgencia a fines de marzo, durante la ola inicial de la pandemia.
E incluía beneficios de desempleo excepcionales de 600 dólares por semana y el envío de cheques por 1.200 dólares a cada adulto.
El presidente electo Biden ya adelantó este martes que el plan de ayuda por 900.000 millones de dólares era “un primer paso”, pero que no sería suficiente, y dijo que pediría el próximo año al Congreso votar un nueva iniciativa para apoyar la economía estadounidense.
“Tenemos que trabajar involucrando a ambos partidos (republicano y demócrata). Así es como saldremos adelante”, resaltó Biden.