Trump no descarta el uso de la fuerza militar para controlar el Canal de Panamá y Groenlandia
Share This Article
Una polémica rueda de prensa dio este martes el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien empezará su segundo mandato el próximo 20 de enero para suceder a Joe Biden, a quien venció en las urnas el 2024.
En su comparecencia ante los periodistas en su residencia de Mar-a-Lago, en Florida, Trump ratificó su intención de recuperar el control de Canal de Panamá sin descartar la “coerción militar o económica”, además se refirió a la visita de su hijo a Groenlandia, isla perteneciente a Dinamarca y aseguró que cambiará el nombre del Golfo de México a “Golfo de América”.
La prensa le consultó a Trump sobre su estrategia para recuperar el control del canal panameño y de la isla de Groenlandia. Los medios le preguntaron si para ese objetivo no descartaba la “coerción militar o económica”. El mandatario electo respondió: “No, no puedo asegurarles que descartaré ninguna de esas dos opciones, pero puedo decir esto: los necesitamos para nuestra seguridad económica”.
Además, volvió a acusar al país centroamericano de imponer tarifas de paso excesivas a los barcos estadounidenses que utilizan esta vía estratégica entre el Atlántico y el Pacífico.
Trump argumentó que China “básicamente está tomando el control” de la vía interoceánica y advirtió sobre la creciente influencia del gigante asiático en esta infraestructura clave para el comercio internacional.
“El Canal de Panamá fue construido para nuestro Ejército”, afirmó Trump, quien criticó nuevamente la decisión del fallecido expresidente Jimmy Carter (1977–1981) de transferir el control del canal a Panamá durante su mandato.
“El Canal de Panamá es vital para nuestro país. Está siendo operado por China. Se lo entregamos a Panamá, no a China, y han abusado de ese regalo. Nunca debió haberse tomado esa decisión”, declaró.
Sin embargo, el presidente electo no ha explicado cómo logrará que una nación soberana y aliada de Washington cederá el control de su territorio y su principal infraestructura.
Groenlandia
Sus declaraciones sobre Groenlandia se producen después de que el hijo mayor del presidente electo, Donald Trump Jr., llegara este martes por la mañana a Groenlandia, en medio de crecientes especulaciones sobre la posibilidad de que la futura administración estadounidense intente adquirir la isla, un territorio autónomo bajo administración danesa y donde Estados Unidos tiene una base militar estratégica para la influencia en el Polo Norte.
La inesperada visita este martes del hijo mayor de Trump alteró el clima político en Dinamarca y en ese territorio autónomo del Reino danés, por el cual se ha interesado el que será el próximo inquilino de la Casa Blanca.
A pesar del carácter privado del viaje, que duró unas horas, y de que Trump Jr no se reunió con las autoridades groenlandesas y reiteró que llegaba como turista, aunque acompañado por una veintena de personas, la visita provocó numerosas reacciones en Dinamarca y en Groenlandia.
La llegada de Trump Jr se produjo semanas después de que su padre declarara que “la propiedad y control” de la isla, que ya quiso adquirir durante su primera presidencia, es “una necesidad absoluta” para la seguridad nacional estadounidense.
Desde su cuenta en la aplicación Truth Social, Trump afirmó hoy que Groenlandia es “un lugar increíble y la gente se beneficiará en el caso de que llegue a ser parte de nuestra nación” y, en otro mensaje posterior, que “este es un acuerdo que debe hacerse”.
“Mi punto de partida, y el del Gobierno, es muy claro: el futuro de Groenlandia se define en Groenlandia”, declaró al canal TV2 la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, quien llamó a la “calma”, en un mensaje similar al de hace varias semanas.
Frederiksen añadió que si Groenlandia en algún momento toma una decisión sobre su futuro, “asumiremos una posición como Gobierno danés”, aludiendo al derecho de autodeterminación de la isla.
Esta isla ártica de 2 millones de kilómetros cuadrados (el 80 % cubierto por el hielo) y apenas 56.000 habitantes goza desde 2009 de un nuevo estatuto que reconoce el derecho de autodeterminación.
A pesar de que la mayoría de partidos y de la población defienden la separación de Dinamarca, la mitad del presupuesto de la isla depende de la ayuda anual de Copenhague y los intentos por aumentar los ingresos con su riqueza mineral y petrolera han fracasado de momento por las dificultades y el elevado coste de extracción.
Estados Unidos mantiene una base militar en el norte de Groenlandia en virtud de un amplio acuerdo de defensa firmado en 1951 entre Copenhague y Washington.