Donald Trump dijo que suspenderá “temporalmente” la migración hacia Estados Unidos debido al “Enemigo Invisible” del nuevo coronavirus para “proteger los empleos” de sus ciudadanos y la economía del país, actualmente el más afectado por la pandemia, que ya ha causado más de 170.000 muertos en el mundo.
“En vista del ataque del Enemigo Invisible, además de la necesidad de proteger el empleo de nuestros grandiosos ciudadanos estadounidenses, voy a firmar una orden ejecutiva para suspender la inmigración hacia Estados Unidos”, tuiteó el presidente estadounidense.
Donald Trump, candidato a su reelección en noviembre de 2020 y que tiene a la limitación de la inmigración como uno de sus temas predilectos de campaña, no ha dado ningún detalles sobre la manera en la que pretende aplicar esta medida, ni ha precisado la duración.
En enero ya había restringido los viajes con China, antes de prohibir los desplazamientos entre Estados Unidos y la mayor parte de países europeos a mediados de marzo.
El coronavirus ha causado más de 42.000 muertos en Estados Unidos, nuevo frente de la enfermedad. Se han registrado cerca de 766.660 casos y al menos 22 millones de estadounidenses han pedido subsidios de desempleo desde mediados de marzo.
Varios manifestantes en el país han llevado su frustración a las calles, en Estados como Pensilvania, Michigan, California y Ohio, alentados por el propio Trump.
Pero cuatro de cada cinco estadounidenses apoyan las medidas de confinamiento, según un sondeo de Quinnipiac.
Protestas similares también ocurrieron en Vladikavkaz, en Rusia, o en los suburbios pobres de París.
El nuevo coronavirus ha provocado 170.266 muertos en el mundo desde que surgió en diciembre en China, según un balance establecido por AFP sobre la base de fuentes oficiales este martes. Además, hay más de 2.483.000 casos de contagio en 193 países o territorios.
Menos coches, demasiado petróleo
Las drásticas medidas para contener la pandemia han paralizado la economía global, lo que provocó el lunes una brutal caída del precio del petróleo, que por primera vez en la historia se situó en niveles negativos (-37,63 dólares para el barril estadounidense WTI) debido al desplome de la demanda.
La caída se vio amplificada por la expiración inminente de un contrato a futuro que ha llevado a los inversores a deshacerse del crudo a toda costa. Es decir, se pagaba para deshacerse del crudo almacenado que, ante la parálisis del mundo, no se ha logrado vender.
Tras un breve repunte, el barril WTI volvió a registrar valores negativos el martes para la unidad con entrega en mayo, y hacia las 10H00 GMT costaba -7,80 dólares. El barril de crudo de Brent, referencia europea, también caída con fuerza y se ubicada apenas por encima de los 21 dólares, su nivel más bajo desde 2001.
Las principales bolsas europeas, por su parte, abrieron el martes a la baja, con caídas de en torno al 2%.
La caída el crudo es un “golpe durísimo” para Ecuador, país petrolero fuertemente afectado por la epidemia y una deuda de 60% del PIB, dijo su presidente Lenín Moreno.
“El problema es que en este momento en el mundo, nadie conduce un coche”, resumió a su manera el presidente estadounidense Trump. “Las fábricas están cerradas y los comercios están cerrados”, declaró.