Esta semana comenzaron los juicios semipresenciales en el país, modalidad que ya se aplicó en el Tribunal Oral en lo Penal de Chillán, a partir del pasado lunes.
Esta es la primera vez, desde que comenzaron las restricciones sanitarias en el mes de marzo, que los tribunales penales del país vuelven a abrir sus salas con funcionarios físicamente presente, aunque, en esta vía, los tres jueces se conectan de manera telemática y son visibles en la sala a través de pantallas de televisores.
Para esta semana se espera poder realizar cuatro audiencias en total, siendo las dos primeras relativas a delitos de abusos sexuales y violación; y otra de robo con violencia. Esto además de otras audiencias relacionadas con solicitudes de reprogramación y otros requerimientos.
En opinión de la magistrado Claudia Montero, presidenta del Tribunal Oral, “con este sistema, el tribunal podrá ir despejando causas con mayor fluidez que antes que se pudiera trabajar de manera semipresencial”.
La jueza estima que “es posible que de aquí a fines de diciembre ya podamos haber realizado unos 40 juicios orales”.
Protocolos del artículo 329
Esta nueva modalidad exige un aforo máximo de 10 personas en el tribunal, incluyendo al acusado y a su abogado defensor, Gendarmería por cada imputado presente, y los funcionarios de las salas.
Solo en el caso donde haya víctimas menores de edad, se exige la presencia física del fiscal en la sala de audiencias, de lo contrario, al igual que los jueces, podrá comparecer de manera virtual.
En el caso de los testigos y peritos, el artículo 329 que rige la forma procesal en estas circunstancias, deberán comparecer de manera física, salvo aquellos que se encuentren impedidos de hacerlo, por ejemplo, por encontrarse en otra ciudad. “En ese caso, ellos deben asistir al tribunal de su comuna y desde allí se podrá hacer la conexión. Ya no se aceptan presentaciones desde sus domicilios, ni desde una comisaría,”, aclara la magistrado Montero.
Defensoría conforme
Hasta antes de la marcha de los juicios semipresenciales se hizo conocida la crítica realizada por la Defensoría Penal Pública al sistema telemático, toda vez que al no estar en contacto con sus representados, no podían mantener diálogos privados constantes con ellos, como sucede en los juicios presenciales.
Superado el obstáculo, Marco Montero, defensor regional de Ñuble, dice que “si bien para nosotros lo ideal es estar en una sala con los jueces presentes, vemos que hay un avance respecto a cómo se daban antes”.
De esta manera, el abogado dice que “ahora sí apoyamos esta manera de hacer juicios orales, porque entendemos que hay razones de orden sanitario que impiden la presencia de jueces en la sala y esperamos que con el tiempo se siga avanzando a la presencialidad”.
