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Por vía aérea comenzaron a salir los primeros envíos de cerezas chilenas a los mercados asiáticos, principalmente a China, destino de más del 91% de las exportaciones nacionales de esta fruta altamente cotizada en el gigante asiático, particularmente en la celebración del Año Nuevo Chino, que esta temporada será el 29 de enero, lo que obliga a los exportadores del país a llegar con las cerezas antes de esa fecha para obtener un mayor retorno.
En ese contexto, se estima que toda la fruta que se coseche después del 27 de diciembre no alcanzará a llegar a tiempo, un umbral exigente para los productores de la región de Ñuble, que por razones de clima y variedades plantadas comienzan a cosechar la primera semana de diciembre, a diferencia de lo que ocurre en las regiones de la zona central, donde se inicia en octubre y noviembre.
Por ello, cada día que transcurre en la logística de exportación es clave para los productores locales, puesto que la mayoría debe enviar sus cerezas a plantas de packing ubicadas en el Maule y en O’Higgins, donde el tiempo de transporte se suma al tiempo de espera en la planta, para luego continuar su camino a los puertos de San Antonio o Valparaíso y finalmente, iniciar un viaje que puede durar 30 días o más, aunque también pueden aprovechar los “Cherry Express”, servicios navieros que llevan en 21 días la carga a China.
Actualmente, en la región solo existen dos plantas de proceso de cerezas: Agroex, del Grupo San Ignacio, ubicada en Bulnes; y Prize, ubicada en Chillán Viejo; cuya capacidad conjunta no es suficiente para procesar toda la fruta que se produce en la región y cuyo volumen seguirá creciendo, debido a la entrada en producción de nuevos huertos.
Según estimaciones de Frutas de Chile, para esta temporada 2024-25, se espera un aumento de 59% de las exportaciones de cerezas a nivel nacional, alcanzando una cifra récord de 657 mil toneladas.
Dado ese escenario, Ñuble no será la excepción, aunque su participación en el total sigue siendo menor. El aumento sostenido de la superficie de plantaciones de cerezos en la región lo corroboran, ya que entre 2019 y 2023 se incrementó desde 1.600 hectáreas a 3.524 en 2023, es decir, un alza de 120% en cuatro años.
En la temporada 2023-24, de acuerdo a estadísticas de Odepa con datos de la Dirección de Aduanas, la región de Ñuble exportó 2.572 toneladas de cerezas por un valor de US$18,8 millones.
En ese sentido, actores locales vienen planteando hace algunos años el desafío de aumentar la capacidad de procesamiento en la región con el objetivo de aumentar la competitividad de los exportadores, lo que se logrará, en parte, con la apertura de tres nuevos packing de cerezas en la región: dos en San Carlos y uno en Coihueco.
Empresas El Silo
El próximo 14 de noviembre está programada la inauguración del packing de Empresas El Silo, ubicado en el kilómetro 2 de la Ruta N-31, en San Carlos, en las exdependencias de Frutemu, lo que representó una inversión total cercana a US$ 4 millones.
Álvaro Arias, socio y gerente general de Empresas El Silo, explicó que en esta temporada trabajarán con producción propia y adelantó que en la temporada 2025-26 comenzarán a recibir fruta de terceros, “ya que será la primera planta de la zona norte de la región de Ñuble, entonces hay una ventana geográfica a la que queremos apostar, queremos que los productores sepan que somos una empresa seria y de la zona”.
El Silo es una empresa familiar, con 23 años en la industria agrícola, cuyos socios son sancarlinos. En 2004 comenzó la plantación de cerezos, en 2019 crearon la exportadora El Silo, una decisión que tomaron al alcanzar un volumen crítico de fruta; y este año completan su integración con la puesta en funcionamiento del packing.
El profesional destacó la ubicación estratégica de la planta como una de las principales ventajas, además de los modernos equipos de la nueva línea de cerezas. “Además, la planta tiene un gran potencial de crecimiento, ya que esta línea puede procesar hasta 2 mil toneladas de cerezas en la temporada y cuenta con espacio suficiente para contar con más líneas”, sentenció.
Recordó que, en temporadas pasadas, “tenía que pagar el servicio de packing, y ahí el tema de la ubicación de nuestra planta es clave, porque está cerca de las plantaciones. Nosotros sufrimos la lejanía de las plantas de cerezas cuando comenzamos a exportar, arrendábamos en Paine, luego en Teno, y la distancia favorece varios factores negativos, por ejemplo, el costo del flete en cámaras de frío, la pérdida de calidad de la cereza en el viaje, la pérdida de control sobre lo que pasa con la fruta en el camino y en el packing, es depositar mucha confianza en otros”.
“Para nosotros es un orgullo invertir en nuestra región, somos sancarlinos y creemos que Ñuble todavía tiene un potencial gigante en cerezos y en frutales en general, entonces, es súper relevante para nosotros trabajar con gente de la zona. Es importante también que las personas de San Carlos se están capacitando en este rubro, que es un rubro que va en auge”, manifestó Arias, quien detalló que esta temporada prevén procesar 800 toneladas, lo que se traducirá en 150 empleos directos, un número que podría llegar a 250 en la temporada 2025-26, considerando un volumen de 1.500 toneladas.
Por otro lado, el gerente general de El Silo apuntó que la apertura de éste y de más packing de cerezas en Ñuble abre la puerta a embarcar la carga en los puertos de la región del Biobío, lo que también podría representar un ahorro de tiempo, en la medida que coincida con los intereses de las navieras.
“Es una tremenda oportunidad, de hecho, la próxima semana participaré en una reunión, junto a ProChile, en los puertos de San Vicente y de Coronel, con el objetivo de evaluar aquello. Hay que aclarar, sin embargo, que todos los barcos que llevan cerezas paran en Valparaíso o San Antonio y sólo algunos de esos paran en Talcahuano o Coronel, menos del 20%, entonces, la apertura de la planta también invita a que los productores crean que se puede generar un número importante de empresas que demanden una mayor frecuencia de barcos de cerezas en los puertos de la región del Biobío y que las navieras lo consideren atractivo”.
Arias estimó que, con el packing propio, podrá ganar 3-4 días; y si la fruta se exporta a través de un puerto de Biobío, podría ganar 2 días más. Entonces, en total, podría ahorrar seis valiosos días en la logística de la cereza, cuyo viaje toma 30 días.
Mañío-Cordillera
En septiembre pasado se anunciaron las cuatro primeras empresas que se adjudicaron recursos del Programa IFI Inversión Tecnológica, de Corfo, un instrumento financiado por el Gobierno Regional de Ñuble que busca atraer inversiones. Una de ellas es Ingeniería y Construcciones Mañío SpA, que postuló en conjunto con la Exportadora y Comercializadora de Frutas Cordillera SpA, quienes invertirán $8.027 millones para construir una planta procesadora (packing) de cerezas y otras frutas en San Carlos, para mejorar la calidad, eficiencia y competitividad en el mercado.
La empresa, fundada en 2011, se dedica a la producción y exportación de frutas y hortalizas.
Precisamente, el 17 de octubre pasado, la empresa ingresó al Servicio de Evaluación Ambiental la respectiva consulta de pertinencia del proyecto, aunque posteriormente desistió.
De acuerdo al expediente, el proyecto consiste en la construcción y operación de un packing de cerezas, en el predio rural Reserva Fundo Carán, comuna de San Carlos (km 5 Ruta N-335, camino a Nahueltoro). El predio tiene una superficie total de 98,5 hectáreas, de las cuales 3,22 hectáreas ocupará el emplazamiento de la planta, con una superficie de construcciones de 8.357,2 m2.
También se indica que la planta está diseñada para recibir unas 1.000 ton/mes de cerezas.
Francisco Larrere, gerente general de Mañío, sostuvo que la empresa siempre ha debido pagar por el servicio de packing de cerezas en otras regiones, como Maule y O’Higgins. En ese sentido, comentó que vieron la oportunidad de implementar un nuevo packing en la región, que no solo procese la fruta de los socios, sino que también prestar el servicio a terceros.
Explicó que contar con un packing cerca de los huertos favorece la calidad de la fruta. “La fruta debe viajar entre 40 y 45 días para llegar a China. Entonces, mientras menos tiempo pase desde que la gente saca la fruta del huerto hasta que llega al recibidor chino o al consumidor final, eso siempre favorece la calidad, entonces, podemos ganarle quizás hasta una semana versus una fruta de Ñuble que va a otras regiones, una semana que implica mejor calidad y condición de arribo de la fruta”, destacó.
El profesional agregó que, “siempre la fruta de Ñuble está en desmedro de la fruta del Maule o de O’Higgins, donde hay plantas cada 10 kilómetros, porque ellos viajan media hora y están en el packing, tienen frío y tienen proceso; versus la fruta nuestra, que tiene que viajar dos o tres horas como mínimo, para poder llegar al proceso”.
Larrere planteó que esperan tener la planta operativa para la temporada 2025-2026, la que permitirá generar 30-40 empleos permanentes y unos 300 puestos de temporada.
Geofrut
La empresa rancagüina Geofrut (Cristian Echeverría y Andrés Noguera son los socios fundadores) también abrirá un packing de cerezas, en las exdependencias de CarSol Fruit, en Talquipén, Coihueco, donde se prevé comenzar a recibir fruta a partir de la temporada 2025-26. Para esta temporada, sin embargo, está previsto que solo hagan el proceso de enfriamiento de las cerezas (hidrocooler), para luego transportarlas a las plantas de la zona central.
“Buena noticia”
Para el presidente de la Asociación de Agricultores de Ñuble, Carlos González, “se trata de muy buenas noticias para la región. Es muy positivo; si va en la dirección de procesar la fruta aquí, es muy positivo, porque la fruta se cosecha en la mañana, luego se lleva a los cooler de las empresas que reciben la fruta, y ya en la tarde llegan los camiones de la exportadora y se la llevan a los packing en el norte, donde la procesan, la embalan y después se va al puerto, donde puede estar uno o dos días. La gran ventaja que yo veo con estos nuevos packing, es que ahora el productor va a cosechar en la mañana, va a llegar a la planta acá, donde se va a procesar de forma inmediata, se va a embalar y luego en camión a los puertos. Entonces, se pueden ahorrar dos días clave, que pueden hacer la diferencia en el precio”.
Explicó que, “la cereza, dependiendo de la variedad, no tiene una vida útil más allá de 35 días; los barcos express se demoran 22 días en llegar, y un convencional son 30 días como mínimo; y si a eso le sumamos dos días desde que se cosecha, se embala y se embarca, los tiempos están justos. Yo no digo que la fruta de más días no se vaya a comercializar, se va a vender igual, pero a un menor precio, porque llega más blanda, llega con otro sabor, con otro color, y los chinos están cada vez más exigentes en cuanto a la calidad”.
En ese sentido, González subrayó que, gracias a la cercanía de estas nuevas plantas, “las cerezas llegarán con más pantalones a China”.
Por otro lado, planteó que la aspiración de los productores locales es poder embarcar la fruta en los puertos de Biobío, lo que también representaría un ahorro de tiempo. “Cuando estén las condiciones de energía en la región, que permitan la instalación de más plantas, habrá mayor volumen que permitirán las condiciones para hacerlo; ya hemos hablado con gente del Puerto de Lirquén y ellos tienen toda la disponibilidad y están dispuestos a invertir. Yo creo que con estas nuevas plantas ya hay que evaluar la posibilidad de sacar la fruta por Biobío, incluso también se puede sumar cereza de la zona sur del Maule y de las regiones del Biobío y de La Araucanía. Para que una naviera se interese en mandar un barco a esta zona, tenemos que contar con volúmenes, entonces, los packing de Ñuble tienen que procesar toda esa fruta y enviarla a los puertos de Biobío”, sostuvo el dirigente, quien anticipó que “esto podría ocurrir en dos años más, como también en cinco años más o tal vez no se produzca, porque todo depende del trabajo colaborativo que hagamos los agricultores, las empresas, y que las autoridades se pongan a trabajar para cumplir nuestros grandes anhelos, como tener energía y agua”.