El Plan de Prevención y Descontaminación Ambiental (PPDA), que entró en vigencia en marzo de 2016, considera dos medidas estructurales para reducir la contaminación en la zona saturada de Chillán-Chillán Viejo: el recambio de calefactores y el reacondicionamiento térmico de viviendas. La primera, hasta el año pasado permitió el recambio de 1.871 estufas. Y a diciembre de 2020 la actual administración se comprometió al reemplazo de alrededor de 5 mil artefactos más. La meta que establece el PPDA es de 20 mil al año 2026.
En tanto, la segunda medida, que tiene como objetivo entregar 20 mil subsidios de reacondicionamiento, hasta el año pasado sumó 2.171. El Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), asegura que este año invertirán más de 2 mil millones de pesos en esta materia.
Además de las dos medidas estructurales, el PPDA aborda más de 80 artículos, en los que establece acciones complementarias para contribuir a la reducción de material particulado (MP) 2.5 y 10. El documento determina que el trabajo será liderado por el Ministerio de Medio Ambiente en conjunto con Vivienda y Urbanismo, Energía, Economía, Educación, Transportes, Conaf, Corfo y la Intendencia. Las instituciones abordan los elementos que han concretado en los tres años del plan y cuáles aún deben materializar.
Gestión de episodios
La Intendencia, con información del Ministerio de Medio Ambiente, es la encargada de decretar los episodios críticos clasificados en alertas, preemergencias y emergencias, en un sistema que anticipa la contaminación del día siguiente a la declaratoria, de modo predictivo, lo que no quiere decir que ese día se cumpla con el pronóstico de contaminación.
Justamente el objetivo del sistema es evitar que se llegue a la condición crítica, aplicando las restricciones que establece el PPDA.
En el artículo 65, el PPDA plantea que “en el caso de que se presenten niveles que definen situaciones de Preemergencia y Emergencia que no hubieran sido previstas por el sistema de pronóstico de calidad del aire, corresponderá al intendente informar oportunamente de la situación a la ciudadanía”. El documento considera que en el caso contrario, “ante la posibilidad de un cambio en las condiciones meteorológicas en forma posterior a la hora de comunicación del pronóstico, que asegure una mejoría en el estado de calidad del aire que invalide los resultados entregados, el intendente podrá dejar sin efecto la declaración”.
Durante la gestión de episodios de este año, el intendente no ha informado sobre la ocurrencia de este fenómeno. Eso tampoco ha ocurrido en años anteriores de la aplicación del PPDA. El seremi de Medio Ambiente, Patricio Caamaño, explicó que “solo se ha dado el caso que se decretó un episodio y las condiciones cambiaron favorablemente. Se realizaron las consultas pertinentes a las otras regiones en relación a las experiencias de cambio en los estados, y por experiencia, no se recomienda realizar, ya que en general la tramitación demora un tiempo en gestionar, por lo que cambiar el estado del día y difundirlo, considerando además que se debe difundir el pronóstico del día siguiente, es confuso para la ciudadanía, sin embargo, internamente se puede coordinar con salud, como organismo fiscalizador, que los sumarios sean de cortesía o solo sea fiscalización informativa y no para multas”.
Si se analizan las mediciones de niveles de contaminación de la estación Purén, validada como sistema de monitoreo de la calidad del aire por el PPDA, han sido cinco los días en que sus mediciones no han coincidido con el sistema predictivo. El 10, 11, 14 y 23 de mayo, además del 20 de junio, la estación marcó niveles considerados como Preemergencia o Emergencia, en tanto, la Intendencia informó calidad de aire regular.
Según el PPDA, en esos casos existe la posibilidad de cambiar la situación a una Preemergencia o Emergencia, dada la modificación entre la realidad constatada y el pronóstico informado. Aquello hasta la fecha no ha ocurrido.
Claudio Bravo, químico ambiental de la Universidad Austral, analizó que “el modelo predictivo tiene un acierto bajo. No existe una herramienta que sea cien por ciento efectiva. En el caso de Chillán podría existir un canal de comunicación eficiente que permita que a las 18.00 horas, si se están registrando altos niveles cuando no se había decretado alguna Preemergencia, lo puedan decretar y haciendo ese decreto puedan fiscalizar o que la gente esté informada. La mejor forma que he visto hasta ahora de todos los canales de comunicación ha sido el mensaje de texto”.
El experto enfatizó que “lo que se debe medir cuando hacen las estadísticas es cuántos episodios ocurrieron, no se deben basar en los decretados, tienen que tener las estadísticas de decreto, pero al final lo que cuenta son las estadísticas de los fenómenos reales, para saber cuántos periodos dentro del año superaron los niveles críticos. Eso se puede saber a través de las estaciones, siempre y cuando estén validadas
”.
Zonas de gestión
El PPDA también establece que “la zona saturada se subdividirá en zonas territoriales de gestión de episodios, las cuales serán definidas cada año, antes de la entrada en vigencia del Plan Operacional de Gestión de Episodios Críticos mediante resolución de la Seremi de Medio Ambiente”. Un estudio realizado por la Universidad de Concepción que midió los niveles de contaminación en la intercomuna por zonas, determinó que el material particulado se concentra en el sector sur y descartó que avanzara desde el norte. Ante esa conclusión, expertos plantearon dividir la zona saturada en polígonos o dos sectores.
Caamaño detalló que “siempre se considera mejorar lo existente, sin embargo ahora nos ajustamos a las herramientas y recursos que tenemos, tanto en equipos como profesionales disponibles, se puede planificar de acuerdo a la experiencia que nos dé este primer año, los datos que generemos con el equipo portátil adquirido para la región. A final de nuestro primer año podríamos evaluar las alternativas”.
En 2019, la estación Purén, ubicada al sur de la ciudad, ha registrado 21 días con niveles críticos. En tanto, la estación Inia, ubicada al norte, ninguno.
