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Las externalidades negativas de los automóviles, un mal necesario para muchos debido a la rapidez y comodidad comparado al transporte público, no sólo se reducen a los atochamientos y filas en horas puntas. También sufre la ciudadanía.
El estudio “Impacto del ruido ambiental urbano de automóviles por comuna”, del Centro de Políticas Públicas de la Facultad de Economía y Gobierno de la U. San Sebastián (USS) analizó el problema derivado de los ruidos provocados por los autos, aplicó un mecanismo para calcular el costo económico en base a la circulación diaria y kilometraje recorridos y sobre la base de los resultados estableció un ranking con las cien comunas del país más afectadas por este ítem.
La clasificación es encabezada por Viña del Mar con un impacto que se traduce en 7,4 millones de dólares, seguido por Santiago (6,4 millones de dólares).
Entre las cien comunas aparecen tres de Ñuble: Chillán (33º), San Carlos (92º) y San Nicolás (93º), con pérdidas estimadas en 2,4 millones de dólares, 1,11 MMUSD y1,10 MMUSD.
Para estimar el impacto de ruido se utilizó un enfoque que estima la presión sonora para cada arco de una red urbana en períodos de punta y fuera de punta. La emisión de ruido depende de la velocidad de circulación de cada vehículo, las estimaciones puntuales de ruido por kilómetro recorrido en las que se basaron equivalen a 0,4 de centavos de dólar para automóviles. Este impacto se debe extender a los 82.500 millones de kilómetros recorridos por año del parque vehicular.
A nivel nacional, el costo social de la exposición a ruido corresponde a 346 millones de dólares por año, monto equivalente a 0,1% del PIB anual del país.
Si bien la estimación del costo social del ruido presentada representa una subestimación, podría justificar la renovación de la carpeta de rodado con asfalto fonoabsorbente, barreras acústicas en zonas residenciales, o potenciar sistemas de transporte público, con menor impacto por pasajero transportado. A su vez, “sería razonable promover una mayor penetración de vehículos eléctricos”, afirma Cristóbal de la Maza, ex superintendente del Medio Ambiente y académico de la Facultad de Economía y Gobierno de la USS el académico USS.
Principal denuncia
El tránsito vehicular, principalmente en núcleos urbanos, es reconocido como el responsable de más del 70% de la contaminación acústica de una ciudad, según el Tercer Informe Estado del Medio Ambiente del 2021 del Ministerio del Medio Ambiente (MMA).
En Chile, el ruido es considerado como uno de los cuatro principales problemas ambientales y es el contaminante más denunciado ante la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA), representando más de 50% de las denuncias ambientales que recibe anualmente dicha institución. La mayor cantidad de denuncias estuvo asociada a la subcategoría ocio, seguida por la subcategoría construcción y grandes sectores productivos.
“La OMS declara que el ruido es un problema de salud pública que ha ido aumentando progresivamente en el mundo”, afirma Francisca Mansilla, académica de la carrera de fonoaudiología de la Universidad Andrés Bello.
“Una legislación nacional acorde a las recomendaciones internacionales y su consecuente fiscalización son determinantes para disminuir el ruido ambiental que existe actualmente en Chile y que genera importantes consecuencias en la salud de la población”, aclaró.