Señor Director:
Un trastorno de la conducta alimentaria es un patrón de ingesta no apropiada de alimentos ya sea por exceso, carencia u otra forma no saludable de alimentación y control de peso corporal. Si bien se desconocen sus causas exactas, investigaciones indican que se trata de afecciones originadas por una interacción de factores biológicos, psicológicos y sociales.
En este sentido, los aspectos psicológicos son muy relevantes, ya que evidencian que nuestra relación con la comida no siempre es simple: ¿por qué comemos? ¿qué significa la comida, el peso y la imagen para nosotros? ¿qué nos proporciona el comer? Las respuestas tienen, muchas veces, directa relación con aspectos emocionales.
El abordaje de estos trastornos debe ser realizado por un equipo multidisciplinario: nutricionistas, psicólogos y psiquiatras, entre otros, deben acompañar a las personas en varios procesos simultáneos con el fin de ayudarlas a romper esas rutinas no saludables y, al mismo tiempo, promover su bienestar físico, emocional y mental.
Desde luego, no podemos olvidar el rol de la cultura y las relaciones interpersonales en el origen y el tratamiento de estos trastornos. ¿Cuál es el rol de los medios y la publicidad en los estereotipos sobre la imagen corporal? ¿qué opiniones damos sobre el cuerpo de los otros? ¿cómo enseñamos a nuestros niños sobre la relación con su cuerpo y el autocuidado? Todos estos aspectos son fundamentales tanto para el tratamiento como para la prevención de formas no saludables de la conducta alimentaria.
J. Bautista Espinoza
Líder Programa Más Nutrición Más Vida, USS