Luego de 25 días consecutivos de alerta roja regional por incendios forestales, durante la jornada de este lunes el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) decidió bajar la alerta a amarilla, debido en parte a que no existen grandes focos de preocupación en la zona.
Actualmente son solo dos los incendios en combate en la Región de Ñuble y se espera que pronto puedan estar extinguidos en su totalidad, lo que ayudó también a tomar la medida de esta baja en la alerta. Se tratan de los focos de Casablanca en Ninhue y Santa Gertrudis en Quillón, los cuales en su momento fueron los más complejos y que tuvieron a la gran mayoría de personal desplegado para su combate. Hoy, la situación es completamente distinta, puesto que si bien aún no están extinguidos, no presentan mayor problema y no tienen peligro de propagación a viviendas.
El director regional de Conaf, Juan Salvador Ramírez, destacó el gran trabajo que ha hecho personal de los diferentes equipos de emergencia, lo que permitió que se bajase la alerta roja en la región. “Señalar que Ñuble no tiene ningún incendio de proporciones y los esfuerzos están concentrados en Ninhue en Quillón, en los que se está haciendo el recorrido técnico y que debiesen bajar a controlados y próximamente extinguidos”
Por otra parte, específicamente en la comuna de Ninhue se espera que durante el transcurso de las próximas horas el foco del sector quede totalmente extinguido. Así lo comunicó el delegado Luis Cisterna, quien detalló: “tenemos buenas noticias para todos los vecinos y vecinas de nuestra provincia, ya que tenemos solo dos focos activos de incendios forestales en Itata, eso según lo que nos informa Conaf. Probablemente hoy solo quede un solo foco activo, lo que sería espectacular, porque estamos saliendo ya de esta emergencia”. Ante esto, personal técnico y brigadas especializadas trabajan para que se de paso al proceso de liquidación, etapa que esperan repetir también en Quillón.
Desde el 1 de febrero se han registrado 52 incendios forestales, de los cuales 49 están ya extinguidos y uno controlado, el cual se produjo el sábado en la comuna de San Nicolás y se está a la espera que durante las próximas horas se liquide en su totalidad. Hay dos en combate, los mencionados focos en Quillón y Ninhue. Al respecto, el director regional de Conaf detalló que durante la temporada se han consumido 68.255 hectáreas. “Eso corresponde a un 1418% más que la temporada pasada y con respecto a las provincias con mayores focos, está en primer lugar Diguillin con 187, Itata con 135 y Punilla con 108”, destacó Ramírez. En cuanto a las comunas más afectadas por estos siniestros, se encuentra Quillón, con 45 focos durante esta temporada, Chillán, también con 45, Ránquil con 37 y Coelemu con 36 siniestros.
Botón rojo y altas temperaturas
Si bien, la región bajó a alerta amarilla, las autoridades reiteraron el llamado a seguir previniendo estos siniestros y a tener sentido de cuidado. Se espera que para esta semana una nueva ola de calor haga su presencia en Ñuble y el pronóstico del tiempo indica que los termómetros bordearán los 34 grados.
El delegado de Itata hizo un llamado a “tener cuidado y abstenerse de hacer fuego o quemas, porque las condiciones están propicias para generar otro desastre. Cualquier amago de incendio se multiplica por 100 con estas condiciones, así que les solicito a todos los vecinos que por favor tengan precaución, evitemos los riesgos innecesarios y así evitamos el mal momento que pasamos hace tres semanas atrás”.
Además, el director de Conaf comentó que “la región aún se encuentra en botón rojo, esto quiere decir que tenemos altas temperaturas durante toda la semana, como también fuertes vientos y material combustible fino muerto seco, que está presente en la región, lo que claramente aumenta la posibilidad de tener incendios nuevamente. El llamado a nuestra ciudadanía es a estar en alerta y prevenir incendios forestales en la zona”.
Texto: Diego Chacana
