A sus 22 años, Gabriel sonríe como nunca. Acaba de culminar su exitoso tratamiento y rehabilitación de fisura labio palatina en el Hospital Clínico Herminda Martín (HCHM), que contempló 13 cirugías desde su nacimiento además de una serie de terapias de rehabilitación, de distintas especialidades.
Su patología es una alteración en la formación de las estructuras de la cara, que requiere ser tratada desde el nacimiento hasta la adultez, dependiendo de la severidad de la malformación. En el caso de Gabriel, quien tuvo una fisura bilateral, el proceso se extendió hasta los 22 años y en éste participaron odontólogos (ortodoncistas, rehabilitadores orales, radiólogos, ortopedista, odontopediatra) fonoaudiólogos, otorrino laringólogo, psicólogos, kinesiólogos, enfermera, cirujanos plástico y maxilofaciales, además de toda la colaboración del equipo de pabellón como anestesistas y técnicos en enfermería de nivel superior.
Sin duda, el proceso fue extenso y a momentos, agotador para Gabriel y su familia, pero gracias a su constancia pudo mejorar su patología y además conseguir logros muy relevantes como estar a un año de finalizar su carrera de ingeniería en mecánica automotriz en la Universidad Inacap.
“Estoy muy agradecido de la ayuda que me dieron los doctores y los otros profesionales del hospital, porque ellos pusieron todo de su parte. He notado que he mejorado harto, el habla y otras funciones. Fue un proceso largo y difícil, de hecho recuerdo que cuando chico muchas veces me enojaba, pero después me di cuenta que si no pones esfuerzo podría afectar la rehabilitación”, contó Gabriel, que es sin duda un referente en casos con este tipo de malformaciones y su historia puede dar esperanza a las familias que viven con esta misma condición.
Casos como este, llenan de orgullo al equipo del Comité de Fisurados del HCHM, pues desde su creación en 1994 ya han atendido a cientos de pacientes y además, desde el
2014, integran los once centros que brindan el tratamiento completo en Chile, iniciando desde esa fecha, la realización de las cirugías primarias en quienes lo requerían, además de atención completa para una óptima rehabilitación.
Avances trascendentales
Según el ortodoncista, John Cerda, presidente del Comité de Fisurados del HCHM, “al finalizar un tratamiento y rehabilitación tan extenso, nos sentimos reconfortados como equipo, ya que al ver el resultado nos damos cuenta de que nuestro esfuerzo profesional y terapéutico tuvo grandes logros. Hay que tener presente que personas con este tipo de malformaciones, ven afectada su vida desde diferentes ámbitos, ya sea funcional, estético o emocional, pues el nacimiento de un niño con fisura labio palatina impacta a la familia y al desarrollo de esa persona, ya que tiene alteradas funciones esenciales como la respiración, fonación, deglución, habla, masticación, además de acarrear problemas psicosociales, que generan dificultades psicológicas e interpersonales, por eso la relevancia de que el equipo tratante sea multidisciplinario y capacitado, como es el caso de nuestro Comité”.
Actualmente, 1 de cada 700 niños nacidos vivos, presenta esta patología. Hace 20 años Ñuble ostentaba una de las tasas más altas y hoy en día, esto se ha reducido hasta en un 60% desde esa fecha.
Según el Dr. Cerda uno de los factores que incidió en esa importante disminución también se originó en Chillán. “En 1998 recibimos en el Hospital una delegación de Rotaplast que hizo un operativo e intervino a muchos pacientes con esta patología. Tras ello, una genetista que integraba el equipo, la Dra. Tolarova, realizó una investigación que concluyó que el déficit de ácido fólico era uno de los factores que podía tener incidencia en la malformación y a raíz de este estudio realizado en nuestra zona, se normó en el país, la incorporación de ácido fólico en la harina”, sostuvo el especialista.
Por último, el Dr. Cerda agregó que esta enfermedad es multifactorial porque entre las causas que la originan se encuentra las de carácter ambiental -como la exposición a determinados pesticidas- hereditarios y conductuales.