Señor Director:
En la crisis chilena (y mundial) tres cosas están comenzando a morir: 1) el patriarcado con 8 milenios de existencia, 2) el capitalismo que entiende a la plusvalía como motor de lo humano y la vida humana, de 500 años de vigencia 3) la democracia liberal representativa, que solo convoca, pero no hace participar ni revoca mandatos de los ineptos y/o corruptos.
Todo esto en Chile se da combinado y por eso la crisis es total y sobrepasa a la clase política del partido del orden, e incluso a las FF.AA. Ya no se puede funcionar bajo esos parámetros…no es voluntarismo, no son resentimientos: no se puede más.
Si queremos que se acabe la mentira, no hay que matar a los mentirosos. Hay que sembrar más verdad. La periodista Alejandra Matus es un claro ejemplo. Si queremos que se acabe el odio, no hay que matar a quienes odian. Hay que sembrar más justicia. Si queremos que se acabe la corrupción, no hay que matar a los corruptos. Hay que sembrar más honestidad. Es un camino difícil y costoso, sobre todo para quienes solemos buscar lo fácil y cómodo.
Sólo a fuerza de sembrar más trigo, se termina ahogando la cizaña.
Nelson Agurto Pavez