Señor Director:
En una reciente entrevista, la presidenta de la Asociación de AFP, Alejandra Cox, realizó una serie de cuestionables declaraciones, entre estas, señaló que “una persona que hoy día tiene 25 años sepa que la probabilidad que pueda pensionarse a los 65 años es cero”, al mismo tiempo que abogó por subir la edad de jubilación, sin entregar una edad concreta, pero usando a Nicanor Parra como ejemplo, expresando que “trabajó hasta los 103 años”.
Sus declaraciones constituyen una verdadera afrenta para miles de trabajadoras y trabajadores, al mismo tiempo que son un reconocimiento al fracaso del sistema. Si hace cuatro décadas la promesa era que para el año 2020 los afiliados al sistema jubilarían con una renta equivalente o superior al 100% de su remuneración promedio durante sus años trabajados, la realidad está muy distante a dicha promesa.
“El trabajo nos enriquece”, declaró Cox, pero el enriquecimiento ha sido para las AFP y no para las pensionadas y pensionados. “Tenemos que potenciarnos como activos mientras la salud lo permita”, expresó también la líder de las AFP, es decir, se debe trabajar lo máximo que se pueda hasta que la salud no de más. Y si la pensión sigue siendo paupérrima, se sigue culpando a las trabajadoras y trabajadores.
Este sistema no da para más. Es urgente terminar con el nefasto negocio de las AFP y consagrar un nuevo sistema de pensiones, el cual, haciéndose cargo de nuestra realidad, sí sea un sistema de seguridad social. Porque no puede ser que en lugar de trabajar para vivir, las personas deban vivir para trabajar. Ya es tiempo de discutir en serio un nuevo sistema y el proceso constituyente en marcha es una oportunidad para esta discusión.
Gonzalo Guajardo Gavilán
Abogado, Comité Central PS
