Tras ser campeón con Ñublense, cuando pocos daban un peso por él y otros cuestionaron su continuidad, rumbo al ascenso, al primer bajón del equipo, Jaime García, confesó que el hincha chillanejo “era especial, pero que ya se sabía acostumbrado a ese sello y que lo respetaba mucho”.
¿Por qué dijo esto? El oriundo de Cartagena, se refería a la cambiante, crítica y visceral postura del fanático del Rojo, que dispara a quemarropa, apenas nota que el entrenador yerra o insinúa un esquema que no responde a su paladar.
“Por ahí me anduvieron matando algunos, jajaja, en Chillán el hincha es así, pero me gusta que en la victoria todos se suban al carro, todos, eso es lo que importa al final”, concluyó García, fortaleciendo su epidermis.
Bueno, esa adaptación al hincha modo Ñublense, tendrá que seguir desarrollándola, especialmente, en esa etapa, en la que está armando su plantel 2021, para debutar en Primera División y con una billetera acotada.
Esto, porque en plena conformación del contingente para Primera, García ya ha sido blanco de críticas por sumar a jugadores mayores de 30 años (el portero Nicola Pérez (31), Fabricio Fontanini (va a cumplir 31), Fernando Cordero 33) y tener en carpeta al experimentado delantero de O’Higgins, Roberto Gutiérrez de 37.
El debate siempre estará abierto y la ráfaga de balas también, mientras la frase “Todos Somos Técnicos”, cobra más vida que nunca en una ciudad futbolera, pero no, necesariamente, donde broten opiniones fundadas y con contenido técnico, sino que más bien, “pasionales”.
Lo cierto, es que García ahora tendrá, más que nunca, que confiar en sus convicciones, su capacidad táctica para sacarle rendimiento a jugadores “desechados” o que parecían “retirados”, su percepción de juego y hoja de ruta, a la hora de buscar el sello de aquellos jugadores que, él cree, serán eficientes para su plan de juego. El resto, en el democrático mundillo futbolero, son solo opiniones