Señor Director:
Estamos listos. Judas, y sus secuaces, han consumado la traición. Corresponde ahora, igual que hace dos mil años, entregar a la víctima a su destino.
En la dolorosa pero previsible votación de la Cámara, fue aprobado el procedimiento para un nuevo proceso constituyente. Ignorando la decisión ciudadana, la Constitución y las normas éticas y morales, un grupo de parlamentarios de históricos fracasos estratégicos han puesto nuevamente a los chilenos en las manos de una dictadura ideológica a través de un flagrante ejercicio de dictadura parlamentaria.
Así como el gobierno no necesita a la oposición para hundirse cada día más, tampoco la izquierda necesita esforzarse en sus propósitos totalitarios. Las cúpulas de ChileVamos han abrazado como propia, y con más fuerza, la tarea de destruir la Constitución de don Ricardo Froilán Lagos Escobar y cambiarla por una más de corte chavista.
Hoy, y lo manifiesto con pesar, la única opción política de los chilenos de derecha es el Partido Republicano el que, con virtudes y defectos, mantiene su posición inquebrantable de no entregar nuestra historia, nuestras tradiciones, nuestras costumbres, nuestros principios y nuestros valores a una ideología que sólo busca establecerse en el poder para beneficio propio.
Lo que no quieren entender esos jóvenes y viejos parlamentarios colaboracionistas, es que ellos no entran en ese grupo de poder y, como trapo viejo, serán desechados inmediatamente se consumen los hechos.
En Ñuble, solo Sara Concha se opuso a la traición. Mi reconocimiento a su valor.
Freddy Blanc Consejero Nacional PRCh
