Señor Director:
En su más reciente número, la prestigiosa revista de medicina The Lancet destacó la política chilena de inmunización contra el virus respiratorio sincicial, que logró cobertura casi total en recién nacidos y evitó, por segundo año consecutivo, muertes en menores de un año. Esta excelente noticia es la expresión de la efectividad de las vacunas y de la relevancia de lo público.
Desafortunadamente, lo anterior no está garantizado para el futuro. Entre las candidaturas mejor perfiladas en la carrera presidencial existen posturas que, por un lado, cuestionan la política nacional de vacunación y, por otro, prometen enormes recortes fiscales que no solo buscan deslegitimar el rol de lo público, sino que incluso podrían llegar a amenazar la existencia de políticas sanitarias y sociales tan relevantes.
En tiempos de polarización, conviene recordar que la salud pública es una conquista civilizatoria: no es ideología ni privilegio presupuestario. Defenderla es defender el bien común frente a la tentación de convertir lo público en un costo y no en un deber del Estado.
Álvaro Muñoz
Doctor en Filosofía
