Señor Director:
“A medida que empezamos a aprender a convivir con este virus, todos debemos manejar cuidadosamente los riesgos y ejercer nuestro propio juicio en nuestras vidas”, con estas palabras el primer ministro británico, Boris Johnson, anunció hace algunas semanas el fin de todas las medidas restrictivas para prevenir el contagio de Covid-19, entre ellas el distanciamiento físico y el uso de mascarillas.
Si bien reconoció que esto provocará un aumento de los contagios, confía en que el exitoso proceso de vacunación llevado a cabo en su país (cerca del 60% de la población con ambas dosis) ayudará a que los casos graves y número de fallecidos no se incrementen.
¿Es posible? En este punto el testeo recurrente y programado de la población pasa a ser un aspecto fundamental. Así queda demostrado al mirar los datos de positividad. En Chile, por ejemplo, este índice se ha ubicado en un 1,54% dentro de un universo de casi 30 mil exámenes PCR diarios, mientras que en más de 30 empresas que utilizan soluciones tecnológicas para medir los contactos estrechos y aplicar test permanentes a sus trabajadores, la positividad se ubicó en 0,03%.
Es por esto que no debemos bajar la guardia. Menos relajarnos. Tendremos que aprender a convivir con el virus y enfrentar de la mejor manera a la variante delta, y para ello debemos estar preparados con un sólido programa de testeo, tanto público como privado y, más importante aún, con la responsabilidad de cada uno de nosotros.
Jorge Welch