Con su voz carraspeada y grave, de locutora radial, y una energía desbordante al borde del campo de juego, Valentina Barra reparte instrucciones, con la misma pasión que lo hacía cuando jugaba o alentaba a los “diablos rojos” desde el tablón.
Hoy luce el buzo de entrenadora de la Rama Femenina de Ñublense, que a pesar que arrancó con dos derrotas abultadas su participación en el torneo, tiene un gran potencial.
“Estamos recién comenzando con este proceso. Estamos muy contentas, yo, las chicas, la gente del cuerpo técnico, estamos tratando de hacer un buen trabajo con ellas, tenemos una baja de dos años entre pandemia y tiempo menos que tenemos entrenando, pero hay convicción, ganas, hay todo, es cosa de tiempo no más”, confiesa Valentina.
Barra tiene 29 años. Obtuvo su título de entrenadora de fútbol en el INAF del 2015 al 2018. Antes, como volante de contención y delantera, defendió a Ñublense (2006-2010). Jugó en Audax Italiano (2016-2018) y el 2021 en F. Vial.
Fue ayudante de la sub-17 de Audax Italiano y luego dirigió la sub-15 (2018).
Confía en el proceso
“El proceso de prueba de jugadoras ha dado buenos y más o menos frutos, ya que por el tiempo, no todas pueden venir. Hay muchas jugadoras de Chillán que están representando a otros clubes, pero estoy contenta con lo que tenemos y confiada de lo que podamos hacer de aquí a un tiempo más”, asegura, antes de celebrar la promulgación de la ley que obliga a los clubes a profesionalizar el fútbol femenino.
“Mucha felicidad, la verdad que rico que ellas estén disfrutando lo que por años, muchas jugadoras peleamos por tanto tiempo. Así que feliz de ese proceso, que se haya iniciado y que no pare nunca, que siga adelante”, sentencia.
