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“Tenemos casi cuatro veces los recursos que se destinaban antes y cada peso lo convertimos en obras, conectividad y empleo”

La Región de Ñuble celebra su séptimo aniversario desde su creación, con un balance que combina importantes logros y deudas aún pendientes.

En este periodo se han concretado proyectos largamente esperados, como la instalación del Instituto Teletón, la apertura de la Carrera de Medicina en la UBB, la puesta en marcha provisoria de la Escuela de Carabineros en Quirihue y la construcción de siete nuevos cesfam, además de avances en pavimentación de caminos y acceso a agua potable para miles de familias.

En paralelo, persisten retos estructurales vinculados, sobre todo al desempleo, ya que actualmente Ñuble es la única región del país con dos cifras en esta área.

En entrevista con La Discusión, el gobernador Óscar Crisóstomo explicó que, para poder enfrentar los próximos años, la agenda Ñuble 250 será clave. Además, se refirió a las obras actualmente en desarrollo y el potencial aun guardado que posee la región.

– Ñuble cumple 7 años desde su creación como región. ¿Cuál es su evaluación de los principales avances en este periodo y cuáles considera que son aún las deudas pendientes con la ciudadanía?

– La Región de Ñuble nos ha permitido construir realidades que antes solo quedaban en sueños, hemos concretado anhelos, dando paso a obras que cambian la vida de las personas. En este sentido, hablamos de infraestructura y equipamiento, pero también apuntamos a programas, oportunidades y a un trabajo muy coordinado con la comunidad. Uno de nuestros mayores orgullos, es haber destrabado peticiones históricas como el Instituto Teletón que hoy se materializa y que brindará apoyo a cientos de familias. En esa misma línea, hicimos realidad el sueño de la Carrera de Medicina en Ñuble, un aporte histórico del Gobierno Regional para formar a futuros médicos que esperamos se quede en Ñuble. A eso le sumamos uno de nuestros hitos más recientes: la habilitación de la Escuela de Formación de Carabineros Ñuble de manera provisoria en Quirihue, mientras se construye el proyecto definitivo. Avanzamos también en salud, con el programa Mil Cirugías para Ñuble, el apoyo a familias TEA, una Casa de Acogida para usuarios que necesitan quedarse en Chillán mientras realizan su tratamiento. En cuanto a la infraestructura en salud, se construyeron siete nuevos cesfam, y otros en construcción como el Federico Puga en Chillán Viejo o el de Pinto. Avanzamos en pavimentación de caminos, pasando de un 25% de la red asfaltada a un 37%, lo que se traduce en una mejor calidad de vida y más de 2.700 familias hoy cuentan con agua potable en sus casas. Pero el mayor logro, sin duda, es trabajar en conjunto y de manera transversal para responder a las necesidades de su gente y en eso no nos perdemos. Junto a los alcaldes y las organizaciones sociales hemos puesto el foco y los recursos en las necesidades urgentes, aprovechando al máximo nuestro presupuesto, lo que queda demostrado en la ejecución presupuestaria que tenemos. Hemos posicionado una institucionalidad que antes no existía en la región y que se ha puesto al servicio de su gente. Y ese es, precisamente, otro de los roles que asumimos como Gobierno Regional: alzar la voz de manera independiente y exigir cuando necesitamos tener soluciones concretas desde el Estado. También queremos continuar con lo que ha sido nuestro sello y concretar proyectos anhelados por la comunidad como, por ejemplo, el traslado de la cárcel que actualmente se emplaza en el centro de Chillán. Y, finalmente, avanzar en una deuda histórica como reconstruir los establecimientos educacionales que fueron dañados por el terremoto de 2010. Ya tenemos luz verde para los procesos del Liceo de Yungay y de la Escuela Felipe Cubillos de Coelemu; mientras seguimos trabajando para concretar la Recomendación Satisfactoria del Liceo Industrial de Chillán. En resumen, no tenemos tiempo que perder. En siete años Ñuble ha logrado crecer en oportunidades y en infraestructura, demostrando que ser región no era un capricho, era un anhelo para traer mejores condiciones de vida a sus más de 500 mil habitantes.

– Las cifras de pobreza multidimensional y desempleo siguen siendo un desafío en Ñuble. ¿Qué políticas o programas concretos se proyectan en la agenda Ñuble 250 para reducir estas brechas antes de 2030?

– Ñuble 250 es una agenda regional que se ha construido a partir de la participación ciudadana, las autoridades comunales y regionales, la academia y los gremios. Recoge los diferentes proyectos propuestos para darles un orden de acuerdo al territorio, al bienestar que esperamos para los habitantes; a la conectividad, al desarrollo. En ese sentido, consideramos obras y un impulso a la economía para generar una activación del empleo, que es el objetivo estructural de esta propuesta: dinamizar la economía, atraer inversiones y convertir a Ñuble en una mejor región para vivir y eso implica, por cierto, trabajo, acceso a salud, a educación, transporte eficiente, conectividad, que son dimensiones en las que se mide la pobreza multidimensional. Respecto al desempleo, indudablemente hay una situación en este tema, que se da en parte, por la escasa industria y poca oferta de servicios avanzados, la alta informalidad, también la fuga de jóvenes calificados y una economía que principalmente está dependiendo del agro, lo que implica esta estacionalidad en los empleos. Creemos que el gobierno central tiene que dar una señal rápida y potente, programas de empleo de emergencia, una reconversión o capacitación en varios ámbitos para las personas que actualmente se encuentran desempleadas; así como también, más apoyo a la reconversión agrícola, aquellas personas que trabajan durante la temporada que puedan tener otra certificación y otra competencia para trabajar en contra-temporada; y un plan especial que debería estar enfocado principalmente en los empleos femeninos, que finalmente es el que está más afectado actualmente. Una estrategia de mediano a largo plazo tiene que ver principalmente con el fortalecimiento al área del turismo, también cómo el área forestal se desarrolla en forma más sustentable, lo que nos permite hacer un cambio de matriz y ayudar a generar nuevos empleos. Aquí las señales del Gobierno Central son importantes, para poder crear los cerca de 20.000 empleos que necesitamos para poder salir de esta situación.

– ¿Qué avances reales ha tenido la región en materia de descentralización administrativa y de recursos, y cómo se asegura que la voz local incide en las decisiones nacionales?

– La creación de la región fue el primer paso importante en nuestra descentralización, junto con la elección de los gobernadores regionales y en este cargo hemos asumido con fuerza las competencias que la ley nos entrega, especialmente en la toma de decisiones sobre la inversión pública donde definimos las prioridades para nuestro territorio. Y creo que el trabajo ha sido percibido por los ñublensinos y ñublensinas, de hecho, esta semana conocimos el resultado de una encuesta, donde más del 58% de las personas encuestadas por el Barómetro Regional valora nuestro rol como motor de desarrollo, lo que refleja un reconocimiento a las instituciones de Ñuble, a la importancia de la descentralización y la razón por la cual luchamos durante tantos años por ser región. Hoy tenemos casi cuatro veces los recursos que se destinan en proyectos regionales y se han invertido en obras de infraestructura y en programas que responden a las necesidades de Ñuble. Nuestra gestión se basa en un principio claro: los recursos son para transformar, no para esperar. Con una ejecución presupuestaria de primer nivel, estamos garantizando que cada peso se convierta en obras, conectividad y empleo, llevando el desarrollo a tiempo a cada rincón de la región. Hemos diseñado una estrategia de inversión que ha sido muy efectiva, hoy estamos en los primeros lugares de ejecución nacional, porque llevamos un control en el avance de los proyectos que financiamos a los municipios y a los servicios, de esta forma aseguramos que las iniciativas se ejecuten y construyan en los tiempos que los habitantes de la región esperan. Respecto a la incidencia a nivel nacional, hemos levantado la voz frente a determinadas materias como la necesidad de contar con una ley especial para las obras de transmisión eléctrica en Ñuble, hemos sido escuchados también en programas especiales para hacer frente a las emergencias que han afectado el territorio. Junto con ello hemos diseñado convenios de inversión, tanto con el Ministerio de Salud para avanzar en infraestructura y equipamiento. Pero sin duda, faltan por concretar los compromisos de descentralización desde nivel central, el traspaso de competencias, simplificar el proceso de transferencia de recursos para ejecutar proyectos y, por sobre todo, mayor autonomía a la hora de enfrentar las emergencias; eso es lo que hemos coordinado desde la Asociación de Gobernadores de Chile, Agorechi, porque la descentralización no se logra con un cargo, se debe tener voluntad para que las regiones avancen a un ritmo especial.

– Se mencionó que el Cabildo busca sincronizar la inversión pública. ¿Cómo se está trabajando para atraer también inversión privada que permita diversificar la matriz productiva y generar empleo en la región?

– Las inversiones que contempla Ñuble 250 buscan precisamente eso, potenciar el turismo, desarrollar la logística, impulsar la costa a través de infraestructura para las caletas y resguardar la soberanía marítima, dotar a la región con mayor conectividad, mejorar el acceso a la montaña, tener un sistema de transporte más eficiente y amistoso con el medio ambiente, modernizar la movilidad, entre otras líneas de trabajo. Y junto con ello tenemos considerado un trazo especial para la intercomuna: el trazo Libertador, que agrupa cerca de 40 proyectos que aportarán a la Avenida O’Higgins desde la plaza de Chillán Viejo hasta finalizar la Avenida Libertad en el futuro parque La Rufina, obras que recuperan espacios públicos, estimulan la cultura, aportan seguridad, fomentan los ecosistemas creativos y entregan áreas verdes a los habitantes de ambas comunas. Todas estas iniciativas tienen como fin que Ñuble sea una mejor región para vivir, y, por ende, atraiga inversiones, retenga talentos, genere empleo y la región pueda desarrollarse de manera integral. Asimismo, hemos trabajado para llevar nuestras vocaciones productivas al siguiente nivel: inyectando innovación en el agro, consolidando nuestro sector turístico en la oferta nacional e internacional y potenciando la logística dada nuestra ubicación estratégica. Destinamos recursos especiales para apoyar a las empresas nacionales o extranjeras que presenten un proyecto atractivo para instalarse en la región y en ese sentido ya tenemos cuatro empresas, principalmente exportadoras y de diseño de soluciones informáticas que demandarán en total 450 puestos de trabajo directo y generará 6.000 empleos estacionales. En energía, por ejemplo, logramos la anhelada Ley de Transición Energética para destrabar proyectos importantes que lleven a Ñuble a tener mayor capacidad. Respecto a la innovación, la academia ha sido una gran aliada para llevar adelante estudios y programas a través de los Fondos de Innovación para la Competitividad donde hemos obtenido resultados novedosos.

– ¿Cuál es el potencial que cree que no se ha explotado en la región y necesariamente debe hacerlo? ¿De qué forma lo haría?

– Hay algunas variables que son importantes de trabajar, principalmente enfocadas en el desarrollo económico. Una es una plataforma logística, creo que las potencialidades que tiene la región son indudablemente superiores al resto de las regiones, donde tiene que ser una acción coordinada entre el paso internacional, un aeropuerto, un canal de comunicación terrestre vía trenes, y también mirando a los puertos de Biobío, particularmente el puerto de Talcahuano. En segundo término, deberíamos contar con una mayor inversión para incentivar más el turismo en nuestra región. Creo que los datos ya han demostrado que la región tiene un potencial de crecimiento en este ámbito, un teleférico entre Las Trancas y Nevados de Chillán, algo posible que le daría un sello mucho más potente y además solucionaría un tema de conectividad. Tener un anfiteatro en la costa y potenciar a la ciudad de Chillán y limpiarla de algunos aspectos como el comercio ambulante, hacer una ciudad mucho más amable, que indudablemente nos ayudaría mucho. Lo tercero, tiene que ver con las industrias creativas. Creo que el tener un potencial cultural en nuestra región no solamente nos da una oportunidad, sino que tiene que ser una obligación potenciarlo. Industrias cinematográficas, de la música, en fin, que exista este ecosistema que empujemos con mayor fuerza. Lo que nos va a posibilitar no solamente el desarrollo económico, sino que hay algo que es un potencial indudable de Ñuble, que es ser una mejor región para vivir. Creo que ese es el principal sello que tenemos que saber cuidar los ñublensinos y ñublensinas.

– Si proyectamos a Ñuble en tres años más, cuando cumpla 10 años ¿qué hitos específicos espera que se hayan alcanzado en infraestructura, desarrollo social y económico?

– Tenemos una hoja de ruta que es la Estrategia Regional de Desarrollo 2024-2030 y, más en el corto plazo tenemos desarrollada una agenda de inversiones regionales con miras al 2028, a la que llamamos Ñuble 250. Las metas son claras: las oportunidades de desarrollo, en infraestructura, salud y educación deben llegar a las 21 comunas por igual; queremos hacer que Ñuble sea una región que invite a vivir e invertir en ella.

Lo primero que hemos definido, junto a los alcaldes, son los proyectos emblemáticos que financiaremos en cada comuna para el primer decenio de Ñuble. Junto con ello, el próximo año aspiramos a inaugurar el Instituto Teletón y avanzar en la programación de obras con el Ministerio de Salud como la reposición de infraestructura en cada comuna y la pavimentación de más caminos, a través del convenio con el MOP. Mientras que, en Seguridad, la Escuela de Carabineros, sin duda, será uno de los hitos de nuestra región. Seguiremos trabajando con las Policías como lo hemos hecho hasta ahora, entregando vehículos y equipamiento. En el caso de la PDI, también deberían llegar a Ñuble los primeros autos blindados. Queremos seguir siendo una región que se caracteriza por ser tranquila y segura. También avanzaremos en aumentar las áreas verdes urbanas, como el parque urbano La Rufina y la protección de los valores naturales regionales como la Reserva de la Biósfera. Por último, tal como lo hemos declarado en cada uno de nuestros compromisos, queremos continuar cambiando la vida de las personas y aquí, el trabajo conjunto es clave.

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