Señor Director:
A sólo horas de que Chile escoja un nuevo presidente, la inquietud sobre los posibles escenarios abruma a diferentes sectores económicos. Si bien podrían variar las prioridades o algunas métricas, la incertidumbre y dificultades van más allá por quien lidere el país. Presión social y equilibrios políticos entre el Gobierno, el Congreso y la Convención Constituyente tendrán una dinámica riesgosa e irregular.
En esta línea, los empresarios debemos enfocarnos en hacer una planificación que tenga como punto de partida y central, esta inestabilidad inherente del próximo año. ¿Qué hacer para dirigir las empresas frente a este escenario?
Entender los cambios, abrirse a todas las oportunidades, administrar eventuales riesgos y no paralizarse frente a las adversidades. Los negocios deben seguir produciendo y ofreciendo servicios, los clientes continuarán buscando alternativas más eficientes y la mejor propuesta de valor.
Desarrollemos ventajas competitivas, impulsemos iniciativas que fomenten la eficiencia y la diferenciación -que construyan valor sustentable- y tomemos consciencia de las debilidades, para corregirlas con innovación. Si uno se abre a cuestionar paradigmas, no debe temer a los cambios.
Cristián Ureta
Socio en Addval