Señor Director:
Que la candidata del oficialismo pertenezca al Partido Comunista, motiva algunas consideraciones. Según el marxismo, la lucha de clases es la fuerza motriz de la historia, y desemboca en la guerra civil. La revolución que cambiará los fundamentos de la sociedad capitalista será inexorablemente violenta, porque en una sociedad dividida en clases, el Estadio ejerce la dictadura de la clase dominante, de la burguesía. Entonces, es necesario destruirlo y reemplazarlo por el Estado de dictadura del proletariado, para luego instaurar la sociedad comunista.
La ideología marxista, en especial su versión leninista, a la que adhiere expresamente el PC criollo, no es enteramente parangonable con otras ideas políticas, ni con las visiones finales que ellas envuelven. Ello porque el marxismo descansa en una antropología en que el individuo, la persona humana es irrelevante y sucumbe frente al colectivo; se autodefine, en el concierto del pensamiento, como una interpretación científica de la historia, es decir, necesaria y fatalmente certera; su compromiso con la democracia es meramente táctico y funcional, supeditado a que ayude a avanzar hacia su horizonte estratégico, la sociedad comunista, antecedida por la dictadura del proletariado, y, finalmente, es una ideología que despliega múltiples formas de lucha, incluida por cierto la violencia, asignando prioridad a una u otra dependiendo de las condiciones objetivas de la sociedad en un momento histórico determinado.
Poco importa si el colectivismo lo impone un marxista o algún aliado circunstancial del PC; siempre será el fundamento de un régimen totalitario, sin plazo de término.
Gustavo Adolfo Cárdenas Ortega
Abogado
