La captura de una banda que, en un vehículo robado, arrancaba de Carabineros hasta la villa Las Almendras, o la detención flagrante de una pandilla dedicada al robo nocturno de kioscos en el centro, forman parte de dos de los cuatro operativos policiales en los que el rol de la televigilancia municipal fue clave.
Mientras que en el primer caso, desde la central de monitoreo se fue siguiendo la trayectoria del vehículo, cuyos pasajeros acababan de cometer un robo en el sector nororiente de la ciudad, hasta identificar con exactitud el domicilio en el que buscaron esconderse; en el segundo, las cámaras los detectaron mientras intentaban romper la estructura de un kiosco, dando inmediato aviso a personal del cuadrante 1.
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Lo anterior reafirma la tendencia de juntas de vecinos, municipios y gobierno de ocupar cada vez más recursos en esta tecnología que, con el paso del tiempo ha ido demostrando su eficacia.
Lautario Arias, director de Seguridad Municipal explicó al respecto que “la Municipalidad de Chillán ha lanzado un proyecto ambicioso para georreferenciar más de mil cámaras de televigilancia en la ciudad. Un porcentaje de estas cámaras administradas y monitoreadas por nuestro personal y otras son vistas por las juntas de vecinos”
El objetivo es crear una plataforma que permita a las autoridades identificar rápidamente las cámaras que pueden ayudar en investigaciones policiales.
Según Arias, el Gobierno Regional ha financiado más de 500 cámaras para los barrios en los últimos años, mientras que la Municipalidad de Chillán ha adquirido una cantidad similar .
La georreferenciación permitirá identificar las cámaras más cercanas a un lugar de interés para una investigación; visualizar las imágenes en tiempo real; obtener información sobre las personas que monitorean las cámaras y sus contactos y acceder a grabaciones almacenadas para investigaciones futuras
