Señor Director:
Nunca existió tecnología que ge–
nerara tantas satisfacciones y faci-
lidades, junto a tantas dificultades,
frustraciones e inseguridades y que,
además, requiriera de tanta dedica–
ción y paciencia. Me refiero al mundo
digital. Que métase al sistema, que la
clave, que la contraseña, que bájela,
que súbala, que no hay señal, que no
llegó, que se cayó, que se paró, que
la clonaron, que se desvinculó, y una
interminable seguidilla de contradic–
ciones y molestias, especialmente para
los mayores.
José Manuel Caerols Silva