Un total de 27 nuevos casos confirmados de Covid- 19, informó ayer la Seremi de Salud en Ñuble, con datos epidemiológicos del sábado.
La cifra totaliza 3.583 casos confirmados acumulados en la región desde el inicio de la pandemia.
Las alzas de cuarentena totales llega a 2.603.
Dentro de los casos confirmados, 49 permanecen hospitalizados y ocho en ventilación mecánica, mientras la cifra de fallecidos se mantuvo en 62.
Las últimas cifras llegan en medio del debate sobre el plan de desconfinamiento “Paso a paso” del Gobierno, donde Ñuble se encuentra en la Fase 3 de preparación para la Fase 4 de apertura inicial, que considera mantener las medidas de resguardo sanitario, pero reapertura de restaurantes y colegios, siempre que las condiciones sanitarias lo permitan.
Para pasar de fase hay que cumplir con una serie de indicadores. Una de ellas, la ocupación de camas UCI que deben ser menor a un 85% lo que se está cumpliendo en Ñuble, que presenta un 43% de ocupación, según el registro de la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva.
Sin embargo, para pensar en un desconfinamiento se debe cumplir con otros indicadores, como una baja en el número de contagios en forma sostenida, tanto el índice que mide cuantas personas estén contagiando y los casos activos.
“También está el índice de positividad que debe ser menor a 10 por ciento, estamos entre un 10 y un 11 por ciento, pero también debe ser una tendencia en el tiempo, nos falta un poco, por ejemplo otro de los indicadores es la tasa proyectada en relación a los casos activos, que debe ser menor a 50 casos activos por cien mil habitantes, lo que acá debería ser menos de 250 personas de casos activos y eso aún no lo hemos logrado, y con la proyección que hacemos eso no lo lograremos antes de dos semanas a lo menos”, explicó el miércoles pasado Max Besser, subdirector de Gestión Asistencial del Servicio de Salud Ñuble, en declaraciones al programa “Tarde pero no Tanto” de radio La Discusión.
De acuerdo al informe de casos diario de ayer, el Minsal informó 259 casos activos en Ñuble.
En la ocasión además Besser reafirmó que todas las medidas del plan de desconfinamiento son revisables en la medida que lo ameriten las condiciones sanitarias, por lo que así como se puede subir de fase también se puede bajar.
Desconfinamiento no es normalidad
En medio del debate sobre el plan de desconfinamiento, desde la sociedad civil, organizaciones critican la proyección de un eventual relajo de las medidas restrictivas por lo que advierten a la ciudadanía que debe extremar las medidas de autocuidado.
El infectólogo y académico de la Escuela de Medicina de la Usach, Francisco Zamora, reconoció la urgencia de comenzar a implementar un plan de desconfinamiento en el país, producto del alto costo que implican las cuarentenas para la población, en términos de salud mental, y para evitar mayores necesidades económicas.
Sin embargo, anticipó que “podemos estar seguros, incluso el Ministerio, de que habrán rebrotes y de que habrá que actuar de forma rápida y precipitada”. Aunque sostuvo que es una “utopía” controlar y aislar al 100% de la población contagiada, criticó la gestión de la pandemia por parte del Ministerio de Salud.
“No se invirtió a tiempo en esta trazabilidad en la atención primaria, pero creo que tampoco se va a hacer, por lo que en algún minuto habrá que desconfinar igual”, lamentó. De todas maneras, advirtió que “apenas aparezca un nuevo brote, habrá que retroceder y revisar las medidas de desconfinamiento”.
Claudia Rodríguez, directora y fundadora de la ONG No Chat, alertó que “es importante entonces poner de nuestra parte y comprender que en ningún caso el plan de desconfinamiento implica normalidad”.