No reciben gratificación económica y la une una fuerte vocación de servicio. Recorren los pasillos del hospital de Chillán y las reconocen por vestir de blanco, rosa, verde, rojo, celeste o gris.
Cumplen una labor especial y logran una cercanía que despierta la confianza de los pacientes, quienes son el principal motor de su actuar. Contribuir…