La calle suele opinar con severidad, sin pelos en la lengua y a veces sobreactuadamente. Pero rara vez miente.
Y si en la calle se pregunta por la convivencia entre peatones, ciclistas y conductores se ad vierte que, si hubiera mejoras, las heridas del pasado no han sanado. Ni perdonado.
Dos miradas: para peatones…