No obstante que transcurridos casi 40 años desde el último pitazo del tren (Rucapequén -Dichato), en 1986, las añoranzas chillanejas se han plasmado en los muros de Facebook, con adjetivos superlativos: bellísimo, inolvidable, sacrificado pero nostálgico. El recuerdo estival de generaciones que lo vivieron entre 1916 y 1986, fue el gozo de convertir a la…