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Subutilización laboral

De acuerdo con la Encuesta de Empleo del INE, en agosto-octubre de 2025, la estimación de la tasa de subutilización laboral según nivel educativo alcanzó un 11,7% en Ñuble, es decir, 25 mil 500 personas aproximadamente.

Este indicador mide la proporción de personas ocupadas que realizan trabajos que requieren un nivel de competencias inferior al que poseen; es decir, refleja situaciones donde el talento y las habilidades de las personas no están siendo plenamente aprovechados por el mercado laboral.

En las mujeres, es aún más marcado, llegando a 12,6%, lo que evidencia que ellas representan una fuente de capital humano que el mercado laboral está desaprovechando; mientras que, en los hombres, es de 11,1%.

Naturalmente, esta situación genera desaliento en los trabajadores, debido a que lo que realizan diariamente está muy por debajo de lo que realmente pueden hacer; pero también tiene un impacto económico a nivel general, porque se desaprovecha el capital humano, se limita la productividad y se incentiva la fuga de talentos.

Tanto el Observatorio Laboral como académicos y analistas plantean que constituye un desafío para la región avanzar hacia una mejor articulación entre formación técnica, oferta de capacitación y la demanda laboral real.

Los resultados de la Encuesta de Demanda Laboral 2024 confirman un escenario poco alentador, caracterizado por una alta concentración de ocupaciones que no requieren experiencia ni formación técnica o profesional. Respecto del nivel educacional requerido, en el 79,0% de los casos se solicitó educación básica o menos; le siguió la categoría educación media, con un 16,8%; en tanto, el nivel técnico superior alcanzó un 2,8%; y finalmente, el nivel profesional o universitario representó el 1,4%.

Lo anterior permite concluir que el mercado laboral regional está fuertemente orientado a puestos de trabajo de baja especialización, lo que responde al bajo nivel de desarrollo de la economía de Ñuble, altamente dependiente de la producción de commodities.

Por esa razón son bienvenidos los esfuerzos por fomentar los emprendimientos formales y apuntalar el crecimiento de las empresas locales, por brindar las condiciones de infraestructura necesarias para la instalación de nuevas empresas y por atraer directamente inversiones que demanden mano de obra calificada.

En las OMIL siempre se escucha hablar de las dificultades que tienen las empresas para llenar ciertas vacantes en el sector de servicios generales, en áreas como la logística, almacenamiento, transporte, alimentación y operación de equipos industriales, entre otros. En ese contexto, se valoran aquellas iniciativas que buscan articular la demanda y la oferta laboral, identificar brechas de competencias y brindar herramientas de capacitación y certificación.

Hay consenso respecto de la necesidad de diversificar la matriz productiva de la región, apostando por la agregación de valor en sectores consolidados y por el fortalecimiento de rubros emergentes, para generar un verdadero impacto en el mercado laboral de Ñuble. Esos objetivos persiguen algunas iniciativas públicas que merecen destacarse, lideradas por el Gobierno Regional y Corfo, pero, como ya se ha dicho, estos esfuerzos deben responder a una planificación que también permita superar las brechas de competitividad.

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