Señor Director:
Señor Director:
Un grupo de diputados presentó un proyecto que solicita al Presidente poner urgencia a la creación de una Subsecretaría de Salud Mental. La propuesta surge en respuesta a la crisis actual en el área (diagnóstico compartido). Si bien ya estamos bajo lo sugerido por la OMS, en cuanto a recursos destinados a este ámbito (2,5% del PIB), ¿no será contraproducente generar una nueva institucionalidad si en el Minsal existe un Departamento de Salud Mental? ¿Cuáles serían los costos asociados a la creación de este servicio? ¿No sería más idóneo concentrar los esfuerzos en mejorar los dispositivos ya existentes y no duplicarlos?
Todas estas dudas cobran aún más relevancia considerando que el Plan Nacional de Salud Mental vigente termina en 2025, por lo que está considerada su actualización con lo aprendido durante la pandemia. A esto se agrega que para fines del 2023 está planificado el ingreso de la moción para crear una Ley Integral de Salud Mental, que articulará uno de los ejes principales para el Minsal para los próximos cuatro años.
Por consiguiente, más que crear una nueva institucionalidad, es necesario establecer una gobernanza eficaz y participativa, proporcionando servicios de salud mental integrales, flexibles y comunitarios con un fuerte énfasis en la promoción y prevención, además de fortalecer los sistemas de información y generación de investigaciones que orienten la construcción de políticas públicas pertinentes, adaptables y basadas en evidencia.
Dr. Eduardo Sandoval Obando
Investigador del Doctorado en Ciencias Sociales UA