Señor Director:
A raíz del debate sobre la incorrecta utilización del Decreto 3.516 y sus consecuencias en los loteos desmedidos en el sur de nuestro país, lo primero es contextualizar que, según diferentes estudios, más del 95% de la superficie de Chile es rural y menos de un 5% es urbano, y que, según el Censo 2017, más del 90% de la población vive concentrada en zonas urbanas. Entonces, la pregunta es: ¿realmente el Gobierno quiere descentralizar el país y potenciar las regiones?
Al parecer sí, ya que con base en los nuevos criterios del SAG se le podrá poner freno y doble análisis a los desarrolladores inmobiliarios que, sin criterio, consumen a gran velocidad ecosistemas y el patrimonio natural de nuestro país.
Pero habrá que poner atención al desenlace de esta medida, ya que una paralización del Decreto 3.516, fundamentado únicamente en ideologías autoritarias y no en una visión de futuro basada en la ruralidad como forma de vida, además de privatizar la tierra en manos de pocos, estaría interviniendo el legítimo derecho de las personas de ser parte de un entorno natural.
Descentralizar Chile implica potenciar los pueblos intermedios, la conservación y la naturaleza como proyecto de vida, con todas las ventajas que ello conlleva para la salud y felicidad de las personas.
Diego Varela C.
Socio fundador de Biósfera Austral