La mala: si comparamos los primeros cinco meses del 2018 con los del 2019, las cifras que se obtienen del Sistema Táctico de Operación Policial (STOP) de Carabineros, se advierte que algunos delitos como el robo por sorpresa, o lanzazos, han aumentado un 4,5%, es decir de 926 denuncias el año pasado, a 968 este año.
También se experimentó un alza del 15% en robos de objetos desde el interior de un vehículo (185 a 213 denuncias) “y también hay un aumento en delitos que, generalmente, ocurren en lugares a los que carabineros no tiene libre acceso, como casas o recintos particulares, y esos son las lesiones por riña o violencia intrafamiliar”, explica el intendente, Martín Arrau.
La buena: es que en Ñuble se bajó en un 6% la tasa delictual, lo que quiere decir que en todo el resto de los delitos de connotación social, generalmente los violentos, bajaron.
A esto se suma otra cifra positiva, “y es que respecto al mes pasado se aumentó en un 11% la cantidad de detenidos por carabineros”, apuntó el jefe de la XVI Zona de Carabineros Ñuble, general Mario Sepúlveda.
La cifra fue presentada como ejemplo de una mayor capacidad de respuesta y presencia policial en las calles, pero además como una relación directa entre la estrategia de buscar personal civil para realizar funciones administrativas en las comisarías, de manera de poder liberar a personal uniformado para agregarlos a labores preventivas en terreno.
“Puede ser esa una de las razones”, confirma el general, quien añade que “ya se está implementando la estrategia de Gobierno llamada Calle Segura, que pretende sacar más carabineros a la calle, reemplazando por ejemplo al servicio de guardia y que a futuro sea personal civil quienes acojan las denuncias o las constancias. Es sabido que el personal en la calle, patrullando, genera una mayor sensación de seguridad y es una efectiva medida de prevención del delito”.
Campaña de colaboración
Otro de los delitos que mostró una alza respecto al 2018 es el hurto en lugar habitado, que apunta a la sustracción de balones de gas, bicicletas, herramientas y otras especies que los delincuentes suelen encontrar en los antejardines de las casas.
El que este delito ocurra primordialmente en sectores rurales implica dos lecturas de este fenómeno. La primera es el alza ya especificada, y la segunda es que se ha logrado que los vecinos de sectores rurales se preocupen de realizar estas denuncias, que generalmente no se realizaban para evitar trámites, por miedo a represalias o por creer que no se consigue nada denunciando.
“Lo que vamos a empezar a hacer, respecto a esto, son campañas, porque necesitamos la colaboración de nuestros vecinos”, adelanta el intendente.
Con la premisa “la seguridad la hacemos entre todos”, la idea de la Intendencia y Carabineros es llegar a juntas vecinales, a los actores del comercio y a diferentes agrupaciones para coordinar un plan preventivo y de denuncias en conjunto.
“Esto incluirá difusión en los medios y hasta haciendo volanteos en el centro y en el mercado, queremos abarcar las comunidades donde ya estamos haciendo un trabajo importante a través de las gobernaciones y la Subsecretaría de Prevención del Delito”, concluye.
Más cifras. En Chillán, el robo en lugar habitado aumentó en un 2%, y los hurtos subieron un 12%.
Los que más bajaron fueron el robo de vehículos (-22%), el robo en lugar no habitado (-19%) y el robo con intimidación (-18). “Las comunas que exhibieron mejores cifras son Chillán y Quirihue. Otras como Yungay muestran pequeñas alzas”, cierra el general Sepúlveda.