Durante la pandemia, el atleta José Miguel Ferrada se las ingenió e improvisó en el amplio patio de su casa, una especie de pista encementada para poder ensayar sus explosivas y rápidas salidas en velocidad, imaginándose en una competencia de 100, 200 o 400 metros planos. Como todavía no se podía retornar a la pista del Estadio Atlético Quilamapu, buscó una alternativa.
[bg_collapse view=”button-orange” color=”#4a4949″ expand_text=”Leer más” collapse_text=”Menos” inline_css=”width: 100%” ]Entrenó duro, con paciencia y focalizado en las competencias que se vendrían cuando la pandemia permitiera abrir una ventana.
Y así fue. Se retomaron los torneos y “Spiderman”, como es apodado en el Club de Atletas Seniors de Chillán (CAS), comenzó a brillar porque su entrenamiento pandémico, le permitió llegar con algo de base.
Su gran sueño era competir en el Mundial de Atletismo Master, que se disputa en Tampere, Finlandia.
Debutó con un sexto lugar en los 100 metros planos, una de sus pruebas predilectas, pero la mañana de este viernes hizo historia al colgarse la medalla de bronce en los 400 metros planos en la categoría M 45, batiendo el récord sudamericano y de Chile con una marca de 51’31”.
Emocionado y feliz
“Siempre tuve la esperanza de llevarme una medalla para mi querido Chillán y Ñuble y estoy tremendamente feliz. Fue una carrera de menos a más. Ha sido una experiencia maravillosa correr en este Mundial acá en Tampere, Finlandia con nuestros compañeros del Club de Atletas Seniors (CAS) y con tantos atletas de todo el mundo. Me guardé para los 400 metros que es mi especialidad y por eso no corrí los 200. El camino no ha sido fácil. El camino no ha sido fácil”, comentó José Miguel Ferrada, quien en el anterior Mundial de Málaga, España, solo había logrado el 16º lugar en los 100 metros planos.
El presidente de CAS, Claudio Iraira, también atleta, aplaudió la hazaña de Ferrada, porque “es un gran logro para Chillán y Ñuble conseguir una medalla en un Mundial, con el nivel que se presenta”.
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