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En retirada y cada vez con mayores restricciones. Ese parece ser el devenir de las palomas campañeras, que a partir del pasado viernes retornaron a los espacios públicos de las diferentes comunas de la región.
Un método de propaganda caro para los tiempos que corren ($30 mil cuesta cada una de ellas), en comparación con el efecto que generan y su vida útil dado el vandalismo electoral; y que a estas alturas, poco comunica.
Candidatos(as) que esconden su militancia; “independientes” con domicilio político conocido; postulantes que recurren a citas bíblicas o refranes, o que incluso, estampan en los lienzos su ocupación; deben sopesar si recurren a esta vieja herramienta de campaña, o migran definitivamente hacia las redes sociales.
“Chillán todavía muestra un comportamiento gradual y un tanto lento en la instalación de palomas, producto de varios factores. El primero es económico, porque la estrechez que tenemos hoy en día obliga a los candidatos a buscar otras opciones con un costo alternativo menor, como las redes sociales, la papelería o el contacto personal”, sostuvo el experto electoral, Rodrigo Landa.
En segundo término, dijo, “los oferentes de tela PVC que ofrecen buenos precios (muchos de ellos, fuera de la región) están sobrepasados en sus líneas de producción, lo que dificulta la entrega inmediata en un escenario con muchos candidatos”.
En tanto, desde el punto del contenido, “se ve de todo”, afirmó.
“Hay palomas que responden a un criterio estratégico y coherente con una línea comunicacional que uno más menos puede interpretar. Pero hay muchos casos, la mayoría, que revelan improvisación. El error más común es recargar la paloma con mucha información, ya que es muy difícil la internalización por parte del conductor o peatón. Al final, el mensaje se pierde. También, hay casos en que he podido advertir errores en contrastes de colores, problemas en tipografías o fotografías que no son las más adecuadas”, mencionó.
Lo que sí nadie puede dudar, agregó, “es que las palomas cumplen un rol insustituible en el clima electoral. Si hiciéramos una analogía con el fútbol, las palomas ‘calientan el ambiente’ y generan mayor curiosidad e interés por este proceso democrático que se avecina”.
Migración hacia redes
La experta en Marketing Político, Paulina Pinchart, insistió en una práctica que ha ido ‘in crescendo’ en las últimas elecciones.
“Sigue la tónica de que todos los candidatos ocultan su partido. Todos esconden el partido, y lo que hacen es simplemente hacer declaraciones de buenas intenciones. La excepción a esto han sido los partidos políticos en los cuales está representado el mundo evangélico, y esto se ha dado no solo en la Región de Ñuble, sino que en la mayoría de las regiones. Los únicos que reconocen su procedencia y de dónde realmente vienen son los evangélicos”, manifestó.
Por otro lado, mencionó, “como nos encontramos con que no cooperan con la información para que el elector tome correctamente sus decisiones, todos se dedican a hablar de la problemática que existe. Ya sea vayan a alcalde o a gobernador, todos hablan del problema de seguridad, todos hablan de la corrupción y de los problemas que estamos viviendo día a día, como si ellos y sus partidos que representan a sus alianzas políticas estuvieran libres de todo eso. Y llama más la atención todavía que siguen hablando de seguridad y de corrupción, aquellos que ya han estado en cargos de elección popular antes. Entonces cabe preguntarse, ¿Por qué están esperando esta próxima elección para entrar a actuar y no lo hicieron en la elección anterior? Esto yo creo que es un tema clave”.
Según Pinchart, “cada vez vamos a ver menos palomas, menos letreros, ya que la propaganda política está migrando hacia las redes sociales. Y esta tendencia es normal que ocurra, porque si bien el poder está en redes sociales y tener cierta preponderancia allí significa pagar por esto, los costos siguen siendo bastante bajos en comparación a muchas otras alternativas, como puede ser una gigantografía iluminada. También se está dejando el tema de las palomas y otro tipo de cosas básicamente porque hay una tendencia sociocultural de una mayor conciencia por el tema ecológico y el daño que representan todas estas palomas plásticas, y de lo que significa toda la basura de papel”.
Además, recalcó, “en cada elección desde la vuelta de la democracia, el porcentaje de la población que utiliza redes sociales y que accede a internet es mayor. Va a llegar un momento en elecciones futuras en que la gente que no tiene sus redes sociales o no tiene acceso a internet, cada vez va a ser menor”