Controversia sigue generando el remate de derechos de agua no consuntivos en Ñuble por parte de la DGA. Por un lado los ambientalistas aluden a que la gran mayoría de los 15 derechos a rematar, corresponden a ríos y esteros la Reserva de la Biósfera y sostienen que el agua es un bien de uso público.
Por el otro, desde la Dirección General de Aguas (DGA) apuntan a que el proceso no va a traer ningún tipo de impacto medioambiental y que busca asegurar que los titulares de derechos de agua las utilicen únicamente para el consumo humano y para otro tipo de actividades necesarias.
Diferentes grupos mediombientales se han manifestado en las dependencias de la DGA o en la Plaza de Armas de Chillán, haciendo ver su descontento ante el remate de los derechos de agua en la región, proceso que hoy vivió su segunda jornada, nuevamente sin oferentes.
Francisco Uribe Araya, representante del movimiento Ñuble Libre, describió el propósito de las movilizaciones y remarcó la postura de los grupos ambientales. “Estamos reunidos diferentes agrupaciones sociales y medioambientales de Ñuble, a raíz de los remates de varios esteros y ríos de nuestra región. Es una lucha larga que llevamos cada uno de nosotros, que nos vemos afectados debido a un código de agua que la establece como un bien de mercado y que se está rematando”, comentó.
“Nosotros estamos en un rechazo profundo a este sistema, donde hay gente de diversas comunas que no tiene agua, que le llega en camiones aljibe, y vemos que se está especulando con el agua, principalmente por proyectos hidroeléctricos”, afirmó Uribe sobre las posibles pretensiones que existen en torno a este recurso.
DGA
Luego de la segunda jornada de remates, el director de la DGA Ñuble, Waldo Lama aludió al conducto regular que se tiene que respetar. “Creemos que ha sido exitosa, ya que si bien ambos remates se declararon desiertos, el interés de la Dirección General de Aguas es cumplir con el trámite administrativo por ley y que nos obliga a generar esta instancia, toda vez que en un plazo de seis meses desde la primera presentación de un derecho de aprovechamiento, surgieran dos o más solicitudes sobre las mismas aguas y no existiendo recursos suficientes para satisfacer lo que se requiere”, afirmó.
“La normativa busca asegurar que los titulares de los derechos de aguas las utilicen realmente para el consumo humano y actividades productivas o de conservación, siempre y cuando se asegure la sustentabilidad del recurso hídrico e impedir que se adquieran solo para obtener un beneficio económico por la venta posterior. En definitiva, evitar la especulación es el objetivo de remate de derechos de aprovechamiento de aguas, lo cual fue incorporado por el ex Presidente Ricardo Lagos en la reforma del año 2005 al Código de Aguas”, ahondó Lama en los principales lineamientos de este proceso.
Ante la inquietud de la ciudadanía y grupos ambientales por los posibles problemas que puede traer consigo la subasta, el director de la DGA Ñuble fue enfático en señalar que este no va a generar un impacto al ecosistema, refutando lo dicho en plataformas no oficiales. “Este remate no compromete en lo absoluto los derechos de aprovechamiento para consumo humano como se divulgó en redes sociales. De hecho, se hizo hincapié en que no existe una relación directa entre adquirir un derecho de aprovechamiento de aguas y la construcción de centrales de pasada que pudieran producir impacto ambiental”, aclaró.
“Entendemos la preocupación de los grupos señalados, pero las centrales deben someterse primero a la evaluación del SEIA para obtener los permisos ambientales correspondientes, instancia en la cual también opinan diferentes organismos del Estado con competencia ambiental y que determinan la pertinencia o no del proyecto”, agregó la autoridad.
Lama describió el propósito del proceso y lo que se busca conseguir a largo plazo. “El espíritu del proyecto será buscar nuevas fuentes de acumulación subterráneas para intentar contrarrestar el efecto que está dejando el cambio climático en Ñuble, y lógicamente tratar de asegurar en el futuro la disponibilidad de agua para consumo humano y agrícola”, concluyó.