‘Silla Caliente’ anticipa dominio total de la derecha en Ñuble, aunque la izquierda aún disputaría un cupo

A menos de un mes de las elecciones presidenciales y parlamentarias, la carrera por los cinco escaños de diputado(a) del distrito 19 -que abarca toda la Región de Ñuble- se perfila como una de las más reñidas de las últimas décadas.
Según la última simulación del modelo ‘Silla Caliente’, desarrollado por el equipo de StreamData de la Universidad de Concepción, el escenario predominante es un 5-0 o, en menor medida, un 4-1 favorable a la derecha, con representación concentrada entre Chile Grande y Unido (UDI, RN, Demócratas), con tres cupos, y Cambio por Chile (Republicanos, Partido Social Cristiano y Partido Nacional Libertario), con dos.
El estudio, disponible en www.sillacaliente.cl, aplica un modelo de inteligencia artificial que combina datos históricos, aprendizaje automático y simulaciones estadísticas para estimar cuántos escaños podría obtener cada coalición política bajo distintos escenarios de competencia.
A nivel nacional, el modelo proyecta 66 escaños para Unidad por Chile (FA, PC, PS, PPD, DC, PR y PL), 48 para Chile Grande y Unido, 37 para Cambio por Chile, y apenas cuatro para las alianzas menores de izquierda y regionalistas. En Ñuble, la predicción confirma una ventaja estructural de la derecha, aunque deja abierta la posibilidad de una sorpresa en el último cupo.
Una elección abierta, pero inclinada hacia la derecha
Carlos Navarrete, académico de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Concepción y cofundador de StreamData, explicó que la simulación considera “las tendencias de votación de concejales y diputados en elecciones pasadas, junto con los efectos proyectados del apoyo a las candidaturas presidenciales”.
“El modelo se nutre de configuraciones que permiten proyectar escenarios cercanos a lo que enfrentaremos en las urnas. Si todos los partidos presentaron candidaturas competitivas en los 28 distritos, se observará una mayor probabilidad de concentración de votos en los bloques tradicionales”, sostuvo Navarrete.
En Ñuble, los resultados del modelo son ilustrativos. Según la simulación, la lista Chile Grande y Unido mantiene una probabilidad cercana al 100% de asegurar al menos dos escaños, con nombres como Cristóbal Martínez (UDI) y Marta Bravo (UDI) en posiciones sólidas. Renovación Nacional, en tanto, aparece con una opción media (23,8%) de capturar un tercer cupo dentro de la misma coalición.
Por su parte, Cambio por Chile obtiene una probabilidad del 83% de asegurar al menos un escaño, y un 13% de quedarse con un segundo. Este bloque, impulsado por el Partido Republicano, tiene a Sara Concha (actual diputada del PSC) y Diego Sepúlveda como principales cartas.
En la centroizquierda, Unidad por Chile muestra mayor fragmentación. El modelo estima que el Partido por la Democracia lidera las opciones con un 44,3%, seguido muy de cerca por la Democracia Cristiana (43,5%) y el Partido Socialista (38,2%). Esa dispersión interna podría afectar la conversión de votos en escaños.
“Hay tres escaños claramente en disputa. Dos parecen consolidados para la derecha, pero el resto sigue completamente abierto. En Unidad por Chile no hay ningún partido que supere el 50% de probabilidad de conseguir un cupo”, sostuvo Navarrete.
Precisamente, estarían casi en igualdad de condiciones de aspirar al único cupo del bloque Scarlet Hidalgo (PPD), Felipe Camaño (ind.-DC) y Francisco Crisóstomo (PS).
El académico subrayó que no puede descartarse un escenario 5-0, con todos los escaños en manos de la derecha, “aunque sigue siendo menos probable que el 4-1 o incluso un 3-2 más equilibrado”. La incertidumbre, agregó, se concentra en el quinto escaño, “que podría definirse por márgenes mínimos”.
Un laboratorio electoral regional
El distrito 19 es considerado un termómetro político, por su equilibrio entre zonas rurales y urbanas y por el peso que Chillán, Chillán Viejo y San Carlos tienen en la distribución del voto. La fragmentación de la izquierda y la multiplicación de listas de derecha han convertido a Ñuble en un terreno donde la proporcionalidad del sistema D’Hondt puede redefinir el resultado final por centésimas.
En la simulación, las listas menores -como la Izquierda Ecologista Popular Animalista y Humanista (8,9%) y la Federación Regionalista Verde Social (6%)- no logran superar el umbral de competitividad, quedando fuera de toda probabilidad de obtener representación.
La predicción, sin embargo, está sujeta a márgenes de variación, pues Silla Caliente aplica un enfoque probabilístico basado en miles de iteraciones Montecarlo, lo que permite medir el grado de incertidumbre en cada distrito. El modelo se actualiza semanalmente con datos de encuestas, comportamiento histórico y registros del Servel.
Cómo se elige a los diputados: el método D’Hondt
Por tercera vez desde el fin del sistema binominal, Chile elegirá a sus parlamentarios mediante el sistema proporcional D’Hondt, utilizado también en elecciones de concejales y consejeros regionales.
Su objetivo es asignar escaños en proporción al número de votos obtenidos por cada lista electoral, evitando que las coaliciones con menor votación queden totalmente excluidas. El sistema lleva el nombre del jurista belga Víctor D’Hondt, quien lo ideó en 1878, y fue incorporado al ordenamiento chileno tras la reforma electoral de 2015.
En la práctica, el método distribuye los cupos parlamentarios en cuatro pasos. Se suman los votos de todos los candidatos dentro de una lista. El total se divide sucesivamente por 1, 2, 3, 4, 5, y así hasta el número de cargos a llenar (cinco en el caso de Ñuble).
Luego, se ordenan los resultados de mayor a menor y se asignan los escaños según los cinco valores más altos.
Finalmente, los escaños se adjudican a los candidatos más votados dentro de las listas ganadoras.
Por ejemplo, si el Pacto A obtiene 6.700 votos y el Pacto B logra 3.700, al aplicar las divisiones correspondientes (6.700/1, 6.700/2, etc.), los cinco valores más altos son: 6.700; 3.700; 3.350; 2.233 y 1.850. En este caso, el Pacto A obtiene tres cupos, y el B dos.
De este modo, el sistema D’Hondt incentiva la formación de listas amplias y penaliza la dispersión de votos, un factor clave para entender por qué la unidad -o su ausencia- puede definir el mapa parlamentario de Ñuble.
Un anticipo del nuevo Congreso
Los resultados de Silla Caliente no son pronósticos cerrados, sino escenarios probabilísticos que permiten visualizar cómo las decisiones estratégicas de los partidos podrían traducirse en poder parlamentario.
En distritos como el 19, donde la competencia es intensa y la estructura de alianzas cambia con rapidez, el modelo ofrece una fotografía dinámica del equilibrio político regional.
“Ñuble es un distrito bisagra. Su comportamiento puede anticipar tendencias nacionales, sobre todo en la distribución de fuerzas dentro del Congreso. Por eso, entender cómo opera el sistema proporcional y qué nos dicen las simulaciones no es un ejercicio académico: es una herramienta para comprender el nuevo mapa político que se está configurando”, concluyó Navarrete