Señor Director:
La Ley del Segundo Retiro no obliga a las AFP a advertir a los afiliados de las negativas consecuencias que tendrán sus retiros en su propio futuro.
Lo que no quita que las AFP salgan de una vez de su mutismo y gasten parte de sus legítimas utilidades en una campaña publicitaria –sobria, pero efectiva- para decir lo que piensan de estos retiros masivos. Hay gente que no va a hacer el Segundo Retiro por convicción, pero se necesita una voz que refuerce esa convicción, especialmente después que el Gobierno actuó precisamente en sentido contrario. El silencio de las AFP sólo puede ser malinterpretado como culposo.
José Luis Hernández Vidal