En las últimas semanas se ha producido un incremento respecto de las quejas sobre el estado del camino que va desde Chillán a Yungay,conocido popularmente como la “Ruta de la Muerte” dada la gran cantidad de fallecidos y accidentes que se registran en esa vía, lo que obliga a acelerar un plan de mejoramiento que propone el Ministerio de Obras Públicas.
Que se hayan disparado las críticas obedece al mal estado en que se encuentra debido a la falta de mantención, la carencia de berma, señales viales y medidas de seguridad deficientes, y además, a que se haya prolongado por mucho tiempo el proyecto de su renovación integral.
Las opciones que se han barajado hasta ahora contemplan el mejoramiento de la carpeta asfáltica y para el próximo año se postula un ensanchamiento de la carretera, pero hay quienes piensan que lo que se necesita es la generación de cuatro pistas.
Entre estos se encuentra el alcalde de Pemuco, Johnson Guíñez, quien desde hace varias décadas viene alentando inversiones estatales para reformular esa importante vía que conecta la capital regional con comunas de la precordillera.
La autoridad comunal manifestó que el camino es cada vez más utilizado y un viaje que antes no duraba más de 40 minutos puede extenderse hasta una hora, como consecuencia de los atochamientos existentes en la ruta y a su mala calidad.
Por ello, Guíñez propone estudiar “la concesión de la carretera y generar cuatro pistas, lo que fue analizado en el pasado,pero que luego fue desechado”.
En contraposición, Gina Hidalgo, secretaria ejecutiva de la Asociación Laja Diguillín -a la que pertenece Pemuco y otras cinco comunas-, remarca que no está de acuerdo con esa alternativa, pues implicará nuevos tributos para las personas.
“No me parece justo que las personas de nuestro territorio tengan que cubrir el costo de una eventual concesión, ya que somos comunas con necesidades de primer orden aún no cubiertas como agua potable, riego, pavimentación de caminos, alumbrado. Sumado a eso detentamos los sueldos más bajos del país con altos índices de cesantía, por lo que creo que cargar con este nuevo gravamen a las personas no es la solución”.
Usuarios molestos
Como sea que se resuelva el tema, lo cierto es que en las últimas semanas se han incrementado las quejas respecto del estado de la carpeta asfáltica, la que presenta un sinnúmero de imperfecciones capaces de generar accidentes.
Gabriel Bravo, usuario permanente de la ruta, expuso que presenta todo tipo de baches, agujeros o “eventos popularmente conocidos como hoyos de grandes proporciones,especialmente en el tramo hasta la variante de San Ignacio”.
Bravo agregó que “quienes realizan la mantención de esta ruta aparecen con sus máquinas, camiones y cuadrillas de trabajadores que solo tapan estos tremendos hoyos con una mezcla, desconozco el termino técnico, pero que al pasar solo unos días se desintegra y aparece triunfalmente otra vez el hoyo. Sin mencionar que otros quedan mal tapados, levantados o a medias”.
Por su parte Óscar Núñez Navarrete, quien diariamente cubre el servicio de transportes entre Chillán y Yungay, subrayó que “para nadie es un misterio el estado deplorable de la ruta N–59 (Chillán- Yungay) que nos conecta con las comunas de San Ignacio, El Carmen, Pemuco y Yungay”.
Núñez, quien conoce la realidad del terreno, criticó que “hay una empresa a cargo de la manutención permanente, pero no es suficiente. Hay hoyos históricos en el Puente Larqui, que en estos días han sido tapados con barro, en el sector del puente Maule en ambos sentidos de la calzada hay por lo menos 30, pero lo más peligroso es una barrera de contención en plena curva en la cuesta Quilmo que fue derribada por una camioneta hace dos meses y sigue botada, con el riesgo permanente para quienes transitamos a diario por dicha vía”.
De manera similar, el alcalde de El Carmen, José San Martín, en nombre de la Asociación Laja Diguillín envió el pasado 19 de agosto a Vialidad un requerimiento oficial donde se solicita una “solución definitiva al pésimo estado en que se encuentra la Ruta N-59 desde el sector Lajuelas hasta Yungay”.
El edil y la asociación exponen en la misiva que “existen innumerables baches lo que reviste un inminente peligro para todos quienes transitamos por esa ruta, tanto automovilistas como peatones, ya que es necesario zigzaguear a fin de tratar de evitar caer a un profundo bache”.
Soluciones
EL seremi de Obras Públicas, Cristóbal Jardúa, dijo que han intensificado “las fiscalizaciones a las empresas que están encargadas de los caminos, y estamos muy conscientes del estado de la Ruta N-59, y hemos sido muy exigentes con la global de mantención de este camino, a quienes les hemos solicitado el mejoramiento total de los baches que ponen en peligro el transito seguro de los vehículos”.
Respecto de un proyecto de mejoramiento integral de la vía, agregó que durante el primer semestre de 2020 comenzarían las expropiaciones para ejecutar el proyecto.
Jardúaprecisó que “el proyecto consiste en la reposición de la Ruta N-59 con un estándar que mejore la seguridad y tiempos de desplazamientos. La reposición de 61 kilómetros de pavimento se hará considerando ancho según normativa, bermas, bahías, pistas de adelantamiento, entre otras mejoras. La ejecución dura siete años, con un financiamiento sectorial (propio del Ministerio de Obras Públicas) de $75.000 millones”.
La autoridad agregó que “los beneficiados con este proyecto, son 207.004 personas, que son quienes habitan en los sectores por donde pasará la carretera, en las comunas de Yungay, Pemuco, Chillán Viejo, San Ignacio y El Carmen”.
El plan incluye múltiples beneficios para los usuarios, como disminución de curvas pronunciadas, construcción e intervención en 18 puentes, mejoramiento de obras fluviales, proyectos de iluminación en siete puntos, seguridad vial en zona de escuelas, ciclovía en parte de la ruta, entre otros elementos.