El chillanejo Álvaro Palma, se ha dedicado en los últimos años a coleccionar una parte de la historia del rojo, mediante las camisetas del equipo de sus amores y diferentes accesorios del club. Si bien no sabe en qué momento decidió dar pie a su colección, reconoce que en los últimos años se ha convertido en su pasión.
“Siempre he seguido a Ñublense, de niño mis padres me llevaban al estadio, el coleccionismo no se muy bien cuando comencé, al principio mis amigos que jugaban me iban regalando camisetas y ahí empecé a juntar, pero me metí de lleno cuando comenzó la Sociedad Anónima, como una forma de recuperar la historia del club, ahí fue cuando me picó el bichito y traté de coleccionar la mayor cantidad de camisetas”, declara el hincha acérrimo del rojo.
Palma actualmente ha llegado a la cifra de casi 100 camisetas del club, mientras que dentro de los artículos y accesorios más destacado que posee se encuentra balones de fútbol ocupado en encuentros del “Rojo”, guantes ocupados por arqueros del “Diablo”, carnet de jugadores y de socios y medallas de algunos campeonatos de Ñublense.
La cercana amistad con Mauricio Villanueva
Álvaro Palma, ha tenido más de alguna amistad con jugadores que hayan pasado por la tienda roja, sin embargo hubo uno que lo marcó. Se trata del volante Mauricio Villanueva, quien fue parte del plantel que logró el regreso a Primera División el 2006.
Luego el jugador emigraría del elenco chillanejo y en el año 2017 se quitaría la vida, en Santiago donde se encontraba trabajando manejando un taxi y atravesaba una fuerte depresión, que fue una de las causantes de su decisión.
“Siempre me llego a emocionar cuando hablo de Mauricio, era un gran amigo, yo lo conocí a fines del 2005, yo era pegado al club, porque hacíamos una página del club de hinchas, donde teníamos un foro, donde había una comunidad de hincha, yo era como casi un periodista que sacaba fotos, subíamos artículos y ahí empecé a relacionarme con Mauricio, le gustaba la computación y empezó a ir a mi casa, compartía con mi familia y comenzamos nuestra relación de amistad”, declaró emocionado Álvaro.
“Siempre cuento la anécdota, de que ellos subieron, ascendieron y al otro día él estaba en mi casa ayudándome a limpiar unos computadores y yo le decía, quién te viera ayer siendo noticia nacional y hoy día aquí conmigo y él me respondía que le gustaba estar ahí que siempre hacía las cosas que le gustaban. El día que tomó aquella determinación, yo hasta el día de hoy no me lo explico, para mi no es verdad, aún no lo creo”, agregó.
Para Álvaro no hay ninguna camiseta especial, a excepción de la camiseta de Mauricio Villanueva, a la cual le tiene mucho cariño, sin embargo admite que no tiene ni una preferida, reconoce que cada una tiene su historia y anécdotas.
“Uno valora cuando el jugador te elige a ti para entregarte la camiseta, generalmente ellos prefieren a su familia, pero si te la regalan directamente ellos, toma un valor aparte”, remató.