“Prefiero perderme un entrenamiento a unos partidos, fue una pretemporada dura, si hasta el ‘Pájaro’ Gutiérrez la hizo completa jajaja. Nunca había corrido tanto en una pretemporada, jajaja de hecho le decía al profe, ya pues, juguemos con la pelota. No sabía si había venido a un club de fútbol o a uno de atletismo, jaajaja”, bromea con la chispa que ha contagiado de alegría el camarín de Ñublense, Fernando “Chiqui” Cordero, volante zurdo, de 33 años, de los cuales 16 los ha dedicado al fútbol y uno de los refuerzos más experimentados de Ñublense.
El ex jugador de Unión La Calera, que fue campeón con Universidad Católica, club que marcó su carrera, pero que inició su carrera en la Unión Española, no solo aporta experiencia por la banda zurda, sino que la cuota de humor que todo grupo necesita. Hace algunos días, incluso, un baile suyo, en plena sesión de fotos, se hizo viral en las redes sociales.
“Estaban sacándonos las fotos, un poco serio y como soy pelusa, salió el baile, pusieron la música y me pillaron como si estuviese en la disco, jajaja. El video se hizo viral y hasta niños sacaron los pasos. Sí, sí sé que Nelson Sepúlveda me desafío con otros pasos, vamos a ver si los hago después del partido con Católica”, cuenta “Chiqui”, en entrevista con Dimensión Deportiva, aunque del ánimo distendido, ya pasó a la máxima concentración para enfrentar a su ex club, Universidad Católica.
“Sabemos que, si no está Zampedri o Fuenzalida, va a venir uno de 20 años y te va a jugar de la misma forma, quizás no con la experiencia de estos jugadores, pero sí con más vigor propio de la juventud, entonces por ahí, no debemos caer en la desesperación porque ellos tienen la presión de ser el mejor equipo del momento. Llevan mucho tiempo jugando juntos y nosotros como equipo nuevo mezclando el plantel anterior, hicimos buenos partidos amistosos, esperemos que sea un lindo partido. Tenemos que tener la paciencia para atacar. Si hay que ganar uno a cero con gol de pelota parada, lo vamos a hacer”, analiza Cordero.
“De local vamos a tratar de que ellos corran detrás de nosotros, que ellos estén preocupados de nuestros punteros, que ellos estén preocupados de salir a presionarnos arriba y nosotros poder saltar esas líneas. Ganamos mucho con Roberto Gutiérrez, que sabe aguantar la pelota y cuando estemos ahogados se la podemos dar a él, arrancar la presión. Además, los arqueros nuestros están jugando muy bien con los pies y si pueden poner una pelota en una esquina específica en la mitad de la cancha lo van a hacer. Se ha hecho un gran trabajo, pero no nos vamos a desesperar ante un equipo consolidado cuando nosotros llevamos haciendo fútbol hace tres semanas. Esperemos que podamos manejar el partido y si somos inteligentes, podemos ganarlo”, agrega.
Un luchador
Cordero derrocha alegría y optimismo, ese mismo que le ayudó a superar duros momentos en su carrera.
“Tuve una triple fractura facial, una fractura de mandíbula y tres años más tarde me dio cáncer a la piel, pero esas son cosas de la vida que uno debe superar. Yo soy mucho del pensamiento de que hay gente que lo está pasando mucho peor. Imagínate que está el caso de los niños del Sename en el video que salió hace poco y ni siquiera tenían para comer. Lo mío fue algo que me tuvieron que operar, algo más estético. Me arreglaron el hueso de la cara, mis dientes, me pusieron frenillos, entonces hay que ver el mundo desde esa óptica, que hay gente que está sufriendo, que ni siquiera se puede tomar una taza de leche en la mañana. Y eso me duele, yo tengo cuatro hijas y como 15 sobrinos y me duele. Entonces, cuando a uno le pasa algo negativo, hay que asumirlo, dar vuelta la página, seguir adelante porque la vida sigue y no te puedes echar a morir”, revela con convicción.
Esa misma que con 33 años lo mantiene vigente con 33 años, corriendo como “un juvenil de 20”.
“La competencia en cualquier lugar mejora el trabajo, al profesional. Estoy más vigente que nunca, jugué 1.700 minutos, casi todos los partidos por Calera, Copa Sudamericana, el jugador madura a los 27 años y hasta sobre los 30”, señala, antes de marcar su objetivo en Chillán.
“Yo no vengo a mantenerme en Primera, yo quiero pelear algo, arriba, el plantel está para pelear un cupo a una copa. Hay varios equipos que se reforzaron bien, pero Ñublense tiene lo nuestro, desde la alegría del trabajo podemos hacer algo. Llegamos varios más de una hora antes, se trabaja con alegría. Los que quedaron del plantel del año pasado ahora van a pelear en la A, donde el juego es más táctico”.
El sello García
“El profesor es un técnico especial. Nunca me había tocado un entrenador que tuviera una relación, especialmente con sus jugadores del año pasado, como si fueran sus hijos, con cariño, pero a la hora de entrenar está con el látigo para exigir. Se entrena con alegría. Hay momentos en el que un jugador se equivoca en una pelota y en otros equipos hay reto del técnico, pero Jaime, dentro de ese enojo, recrimina al compañero, pero con sutileza o una broma que corrige y se toma bien. Y si un técnico te da cariño, se puede armar un gran grupo, desde la alegría del trabajo porque uno alegre se mata por el trabajo y por el compañero. Yo por ejemplo apoyo a los jugadores jóvenes con algunos zapatos y ese mismo juvenil se va a matar después por uno y yo por él”, describe el ex UC, cuando es consultado sobre el sello de García.
¿Festejará si hace un gol?
Fernando Cordero, al igual que Roberto “El Pájaro” Gutiérrez, fueron campeones con la UC y la elenco de la franja los marcó. Por eso, en la antesala del duelo con los cruzados, la consulta sobre si festejará un gol si convierte, surge espontánea.
“Yo no nací siendo hincha de la UC, era hincha de la U, pero llegué a la UC y me cambió el pensamiento. Cuando uno está adentro es otra cosa, es imposible para mí celebrar un gol ante la Católica porque se lo estaría celebrando en la cara a la secretaria del club, al utilero. Tengo amigos con los que converso siempre. El año pasado estando en Calera fui a saludar al plantel de la UC y todos me saludaron como si fuera del club, con el respeto que le tengo a Ñublense, obviamente que, si tengo que hacer un gol, lo voy a hacer, pero es imposible celebrar un gol. Si hay penal y tengo que patearlo lo haré”, revela sin vender humo y enviándole un sentido mensaje a la hinchada roja.
“Estén tranquilos los hinchas, vamos a intentar siempre jugar buen fútbol y vamos a correr hasta la última pelota, porque así nos dejaron claro en la pretemporada. Vamos a luchar para pelear el torneo y la clasificación a una copa y no para mantenernos”, sentencia “Chiqui”, el ex cruzado que el domingo espera ser el más diablo de todos en la cancha.