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De acuerdo con lo mandatado por la ley 19.175 Orgánica Constitucional sobre Gobierno y Administración Regional, la directora (s) del Servicio Electoral, Elizabeth Cabrera, determinó el número total de consejeros regionales a elegir en cada región, y en las circunscripciones provinciales que corresponda, para las elecciones de octubre próximo, ajustado según la cantidad de habitantes establecido en el último censo nacional oficial, en este caso, del año 2017.
De esta forma, a nivel nacional, se elegirán 302 consejeros regionales, divididos en dieciséis regiones y 66 circunscripciones provinciales.
Los territorios que más cupos tienen de acuerdo a su población son la Región Metropolitana (34, divididos en once circunscripciones provinciales), Biobío (28, divididos en cinco) y Valparaíso (28, divididos en nueve).
Las regiones de O´Higgins, Maule, La Araucanía y Los Lagos eligen 20 representantes; Antofagasta, Coquimbo y Ñuble eligen 16; y Arica, Tarapacá, Atacama, Los Ríos y Magallanes eligen 14.
En el caso de Ñuble, se mantiene la asignación de ocho cupos para la provincia de Diguillín; cuatro para Punilla y cuatro para Itata.
2.262 concejales en todo el país
En el caso de los concejales, según la ley 18.695 Orgánica Constitucional de Municipalidades y la ley 18.556 Orgánica Constitucional sobre Sistema de Inscripciones Electorales, el Servel determinó su número a elegir por cada comuna en función de sus electores.
En todo el país, de las 346 comunas, solo 25 eligen diez concejales, entre ellas Chillán, cuya proyección de electores es de 160.001 personas.
En tanto, los municipios que eligen ocho ediles son 43, y los que cuentan con seis representantes son la mayoría: 278.
Entre estos últimos se encuentran veinte de las veintiún comunas de la región de Ñuble, que no alcanzan a contar con 70 mil electores, el mínimo requerido para elegir a ocho concejales.
De todas las comunas de Ñuble, solo San Carlos, la capital de la provincia de Punilla, podría acercarse a esa cifra en el mediano plazo, ya que actualmente cuenta con 48.933 inscritos.
Su actual alcalde, Gastón Suazo, sostuvo que “el rol de las y los concejales es importante para la fiscalización a la gestión municipal, por tanto, creemos que entre más personas sean las que estén fiscalizando es mucho mejor para nuestro quehacer municipal”.
Según el jefe comunal, “la fiscalización responsable es clave para el buen funcionamiento de las instituciones públicas. En cuanto a nuestra administración, es importante destacar el informe positivo de la evaluación y clasificación de riesgo financiero de la municipalidad (servicio contratado por el municipio), lo cual permitió ratificar nuestro actuar responsable desde el punto de vista monetario. El resultado de este informe ya fue presentado al Concejo Municipal, por parte de la empresa externa a cargo de dicha evaluación”, mencionó.
El caso de Chillán
La capital regional de Ñuble eligió por primera vez diez concejales en los pasados comicios municipales de 2021, ya que hasta ese año, su concejo estuvo conformado por solo ocho integrantes.
Esto se debió a que su padrón electoral aumentó ese año a 152.720 electores, y las comunas que superan los 150 mil votantes eligen diez ediles.
Sin embargo, ya el año 2016, cuando Chillán aún pertenecía a la Región del Biobío, Los Ángeles, se le adelantó, ya que superó los 150 mil electores y eligió en ese entonces 10 ediles.
Según los expertos, el hecho de elegir más concejales aumenta las probabilidades de “diversificar” el concejo, pues a medida que crece el número de ediles a elegir en una comuna -en el caso de Chillán, cada lista puede presentar diez candidatos(as)-, el número de votos que requiere una lista para obtener el primer concejal disminuye.
Esto ha dado pie para que el concejo de Chillán incorpore nuevas fuerzas, diferentes a los otrora dos grandes bloques (Ex Nueva Mayoría y Chile Vamos), que coparon los cargos en las últimas décadas. Fue así como en 2021 llegaron al concejo la ecologista Marina Crisóstomo, y la comunista Quenne Aitken, ambas en listas propias, sin participar de pactos más amplios.
Una de las principales críticas que se le hace al sistema electoral para elegir a los ediles (proporcional con fórmula D’Hont), es que si un candidato de la lista más votada obtiene muchos sufragios, “arrastra” a sus compañeros de lista, con lo que se distorsionaría la voluntad de los ciudadanos, quienes le otorgan más preferencias a candidatos que finalmente no son electos.
Es por ello que al haber más cupos, el concejo tiene mayor representatividad.
