Hacia las 09:30 horas de ayer, en las afueras de la Municipalidad de San Carlos, se habían congregado cerca de cien personas para manifestarse con pancartas, globos y banderas negras, en contra de la determinación de la Mesa de Cárceles, del nivel central, de proyectar la nueva cárcel de Ñuble, en el sector de San Miguel de Ablemo.
Paralelamente, dentro de la sala de concejo municipal, exponían sobre el proyecto de la llamada cárcel modelo, el director regional de Gendarmería, coronel Gonzalo Hermosilla y la seremi de Justicia, Jacqueline Guíñez.
Y pese a que conforme pasaban las horas, los manifestantes en la vía pública aumentaban, las tensiones e incidencias, en ocasiones acaloradas, se vivieron en el municipio.
La postura de los sancarlinos, tanto autoridades, representantes sociales y vecinos en general se resume en el hecho que, finalizado el concejo se sometió a votación el proyecto carcelario con un “no” unánime, voto del alcalde Hugo Gebríe incluido.
Sin embargo, y horas después de finalizado el concejo con matices de cabildo en el que se transformó, la seremi confirmó a LA DISCUSIÓN que “sí, la determinación ya está tomada por el nivel central, por la Mesa de Cárceles y no es una determinación que acá en Ñuble, nosotros podamos objetar. Es más, quiero insistir en que no fue en Ñuble que se tomó esa decisión”.
Por lo anterior se desprende que de poco sirve la votación del concejo y la intención de algunos dirigentes vecinales de someter el proyecto a plebiscito.
Sin embargo, los ánimos locales no estaban siquiera para diálogos (prueba de ello, la vehemencia con quienes los manifestantes en la plaza expulsaron a los pocos que se mostraron a favor) y en medio del acalorado ambiente, el concejal Mario Sabag, le dijo a nuestro medio que “acá se viene un nuevo sancarlazo, eso se lo aseguro, y más grande que los otros que ha habido”.
El edil hizo referencia a las manifestaciones de 1995 y de 2001 cuando 30 mil y 15 mil agricultores y vecinos de esa comuna se manifestaron incluso en la carretera, en contra de la crisis agrícola que puso en jaque a esa actividad en el país.
Chillán, el monstruo
“Acá hay que se claros. Nosotros escuchamos con atención el proyecto presentado por Gendarmería, institución con la que en San Carlos siempre nos hemos llevado muy bien, y claro que apoyamos que se piense en modelos carcelarios como centros modelos de rehabilitación. No estamos en contra de ese proyecto, pero lo que no apoyamos ni aceptamos es la ubicación que escogieron. San Miguel de Ablemo es un lugar que tiene una proyección social y urbana que se estropeará totalmente con una cárcel regional”, apuntó Sabag.
El concejal destacó que la distancia que tendrá de Chillán, además del peaje que deberán pagar quienes quieran llegar al centro de reclusión, “es un despropósito para las mismas familias de los reos. Ellas son, en su mayoría, personas con problemas económicos y con esto, será desarraigarlos aún más”.
Su par, Lucrecia Flores, fue más allá y dijo que “es injusto que San Carlos se haga cargo de los reos de Chillán. Mientras para ellos hay casino, secretarías ministeriales y otras obras positivas, la cárcel queda para nosotros, creemos que la cárcel debe estar en otro lugar y no acá”.
En esta misma línea, los concejales dijeron que Chillán se había convertido en el mismo monstruo que antes era Concepción y “mientras para ellos se dejan lo mejor, para nosotros nada. Yo pedí, al menos la seremi de Agricultura, pero no nos han dado nada de nada y más encima, ahora nos ven como el patio trasero”, manifestó Hugo Gebríe.
“Fue algo positivo”
El coronel Hermosilla debió, en al menos tres ocasiones, interrumpir su exposición debido a las ganas de los oyentes de objetar el proyecto.
“Deben entender que las cárceles no son bodegas donde se guardan por 10 años a quienes cometen errores. Hay que tener una responsabilidad social y colectiva con ellos y entre todos ayudar a convertirlos en personas de bien” dijo. Y además aclaró que “si bien el terreno de Oro Verde era el que obtuvo la mayor puntuación, fue finalmente el MOP quien lo descartó por ser un sector donde hay un gasoducto, y Gendarmería está de acuerdo en ese sentido”.
En contraste con todo lo anterior, para la seremi de Justicia, “todo esto fue muy positivo, me di cuenta que todos los temores y objeciones que hay respecto a la cárcel es solo porque desconocen el proyecto. Hay un temor comprensible, pero por lo que otras personas han dicho, como que esta será una cárcel de alta peligrosidad o que las visitas a los reos son masivas y eso no es así”.
La autoridad recordó que el diseño del proyecto tomará cerca de 18 meses lo que supone evaluación y superación de riesgos para vecinos, reos, visitas y funcionarios.
“Confiamos en que mientras más conozcan del proyecto, mientras más se informen, los niveles de emocionalidad caerán paulatinamente”.