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Señor Director:
El crimen más siniestro y deleznable que no puede tener cabida en nuestras mentes: quemar a tres de nuestros Carabineros que solo cumplían con su deber. Quiero expresar mi indignación como chileno y ex funcionario de Carabineros de Chile, que me tocó vivir situaciones de extrema violencia y que no tienen mayor análisis y explicación que el sano juicio de comprender que como hombres y mujeres de verde se está siempre en función de proteger la vida, dar mayor seguridad y hacer el bien. Me siento afectado y muy decepcionado, tal como lo experimenté a cargo de las fuerzas de orden para el “estallido delictual”, donde quedamos solos y sin apoyo político, mientras cumplíamos con nuestro deber de proteger la institucionalidad, ante el golpe de estado no tradicional por grupos radicalizados de la extrema izquierda, del lumpen y de aquellos antisociales que solo pretendían destruir al país.
No escuché esta vez, como en otras circunstancias anteriores, a la clase política alzando la voz y vociferar enérgicamente en defensa de nuestros Carabineros, salvo la aparición de un niño que con su ingenuidad y valentía enfrentó las cámaras, expresando un sentimiento del fiel reflejo de esta sociedad decadente y enferma, donde pareciera que priman los intereses políticos, figurar con la mejor foto u obtener “pantalla”, aprovechándose de este duelo nacional.
No me quedan palabras para despedir una vez más a estos héroes del deber.
John Exequiel Polanco Espinoza
Crl. (R) de Carabineros, Consejero Regional