Señor Director:
Hace treinta años, el 1 de abril de 1991, fue asesinado el Senador Jaime Guzmán, en pleno régimen democrático por el extremismo terrorista de izquierda. Acallar al genio político que pocas veces pare la derecha chilena, dicho por el historiador Manuel Salazar en el libro “Guzmán: quién, cómo, por qué…”
Ideólogo de la Constitución del 80, y artífice de la institucionalidad que ha permitido el exitoso desarrollo de Chile. Abriendo una nueva etapa de la historia nacional que la anterior no supo responder a la agresión marxista con las consecuencias políticas, económicas y sociales que llevó a la destrucción de la nación en los años 70. Obligaba a formular un proyecto de largo aliento con espíritu refundacional. Un concepto que lo acompañó en toda su trayectoria: la subsidiaridad del Estado, y la defensa del rol del mercado desde la Doctrina Social de la Iglesia. Un concepto que no ha sido bien entendida su real importancia. Permite el desarrollo armónico de la economía, los emprendimientos y la subsistencia de las empresas pequeñas y medianas con la regulación del Estado; cuando son vulnerados por los más grandes para mantener el justo equilibrio en una economía de mercado.
Alfredo Schmidt Vivanco