Señor Director:
El desarrollo de la humanidad ha avanzado de la mano con la alimentación y las formas en cómo se consiguen los alimentos. Hace 10 mil años, el hombre los conseguía a través de la caza y la recolección y con la evolución se fueron incorporando nuevas técnicas para conseguir y preparar alimentos más nutritivos y saludables.
Este último concepto no solo se refiere a aquellos alimentos que aportan nutrientes esenciales y en buena cantidad, sino que también se relaciona con que éstos no ejerzan efectos nocivos para la salud.
Cabe recordar que los alimentos pueden impactar de forma negativa a la seguridad alimentaria si no se cumplen estándares de calidad en los distintos niveles de la producción, desde la granja hasta la mesa. Esto se logra por medio de la implementación de normas que permiten orientar a los productores, transportistas, vendedores e industria en general, sobre la correcta manipulación de alimentos, no solo en términos higiénicos, sino también en los tipos y cantidades de ingredientes (aditivos) incorporados a la producción.
El cumplimiento e implementación de las normas sanitarias, como, por ejemplo, el Reglamento Sanitario de los Alimentos (DS977), NCh 3235 de Buenas Prácticas de Manufactura, NCh 2861 de HACCP, entre otras, son indispensables para prevenir la pérdida de la inocuidad y proteger a los consumidores. Es responsabilidad de todos, organismos públicos y privados, mantener el cumplimento de estas normativas.
Bautista Espinoza E.
Académico de Nutrición y Dietética USS