Señor Director:
Siempre es importante ver el contexto histórico del país a la hora analizar las reformas previsionales importantes. Cuando se crea el sistema de capitalización individual en 1980, Chile era un país pobre, en la profundidad del subdesarrollo, con un 50% de la población en la pobreza, por lo que el nuevo sistema privado de pensiones era el punto de partida y motor para el nuevo Chile, el cual llegó a bajar la pobreza a un 8%.
Hoy seguimos con grandes desafíos, en particular el déficit habitacional, que se incrementa día a día, que llega al millón de viviendas, entre las 640.000 viviendas en déficit directo, y otras 400.000 viviendas para arrendatarios en condición de fragilidad habitacional, o con problemas para pagar sus arriendos.
La reforma previsional debe fortalecer la capitalización individual, y con ello inversiones en renta fija a largo plazo que permitieron hasta hace poco tasas hipotecarias del 2%, y que permita que los mismos fondos previsionales puedan usarse como pie habitacional, incentivando la cotización y el sueño de la casa propia.
Eduardo Jerez Sanhueza